Benedicto XVI ha nombrado secretario de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia e inspector de la Comisión Pontificia de Arqueología Sagrada a Francisco Buranelli, hasta ahora director de los Museos Vaticanos.
El presidente de la Comisión es el arzobispo Gianfranco Ravasi, quien es también presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y presidente de la Comisión Pontificia de Arqueología Sagrada.
Con el motu proprio «Inde a Pontificatus Nostri initio» de Juan Pablo II, nació en 1993 esta Comisión para presidir la tutela del patrimonio histórico y artístico de toda la Iglesia (obras de arte, documentos históricos, patrimonios libreros y aquellos que se conservan en los museos, bibliotecas y archivos).
La Comisión debe colaborar en la conservación de este patrimonio con las Iglesias particulares y los respectivos organismos episcopales; promover una sensibilización cada vez mayor en la Iglesia sobre estos bienes, de acuerdo con las Congregaciones para la Educación Católica y para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
La Comisión mantiene contactos periódicos con el Consejo Pontificio de la Cultura a fin de que, como dice el Motu Proprio, se asegure «una sintonía de finalidades y una fecunda y recíproca colaboración».
A la Comisión se le ha confiado la tarea de profundizar -dentro de un específico grupo de estudio- el problema de los derechos de autor y de la propiedad intelectual para tender a una disciplina homogénea en esta materia entre los organismos de la Santa Sede, y para proporcionar una praxis a las Iglesias particulares que lo pidan.
A lo largo del año la Comisión para los Bienes Culturales mantiene contactos con organismos internacionales como la Unión Europea, el Consejo de Europa, la UNESCO, el Instituto Central para la Restauración, y con el Instituto Central para el Catálogo y la Documentación. VN