Phoenix.- Aumentar el interés de los jóvenes latinos en el sacerdocio y la unión de la comunidad hispana son algunas de las metas del Eduardo Nevares, nuevo obispo auxiliar de la diócesis en Phoenix, Arizona.
“Creo que es importante animar a los jóvenes hispanos a optar por la vida religiosa, al sacerdocio en particular”, dijo Nevares en entrevista.
Indicó que actualmente la diócesis cuenta con 25 seminaristas, de los cuales solamente tres son de origen hispano.
Agregó que existe mucha necesidad de más vocaciones religiosas entre la comunidad hispana, no sólo en Arizona sino en todo Estados Unidos.
“Sabemos que es un reto difícil, pero es algo en lo que nos queremos enfocar”, enfatizó el sacerdote de 56 años.
Nevares, quien nació en la ciudad de San Antonio, Texas, llegó a la ciudad de Phoenix el pasado 19 de julio en medio de la controversia por la implementación de la ley estatal SB1070, la primera en el país en criminalizar a los inmigrantes indocumentados.
“El pueblo hispano tiene mucho miedo por la ley migratoria SB1070, miedo de que los van a arrestar y deportar a México”, dijo Nevares.
Aseguró que aquellas familias inmigrantes que decidieron quedarse en el estado a pesar de la implementación de la nueva ley están apegándose más a la iglesia en busca de la fuerza espiritual para ayudarse uno al otro.
“Nosotros estamos tratando de ayudar a estas familias que están pasando tiempos difíciles con comida, ropa y si se puede con dinero para pagar sus rentas”, aseguró.
En su opinión, uno de los grandes retos que enfrenta la comunidad hispana en Arizona es la “aceptación” por parte del pueblo anglosajón.
“Estamos tratando de encontrar puentes para que todas las comunidades no les importe el color de la piel de los otros, debemos fomentar el respeto de todos los seres humanos”, enfatizó Nevares, hijo de inmigrantes mexicanos que le enseñaron a hablar español en su casa.
A su juicio, la ley estatal SB1070 “resquebrajó”, las relaciones entre las mismas comunidades, sacando “lo peor” de la humanidad, como es el racismo, el prejuicio, la sospecha, el odio y la discordia.
“Lo peor que hay en un ser humano se ha encontrado en este debate de esta ley que pasó en Arizona, no entre todos, pero sí entre algunas personas”, aclaró el religioso.
Sostuvo que esta división no solo se de entre diferentes grupos étnicos, sino también entre los mismos hispanos, ya que algunos que han logrado obtener una residencia legal o son ciudadanos, “desprecian” al inmigrante indocumentado.
“Es muy triste que se olvidan de sus propias raíces”, dijo Nevares.
Enfatizó que este es uno de los motivos por lo que una de sus metas es fomentar la unión entre la misma comunidad hispana y la unión con comunidades de diferentes etnias.
El nuevo obispo auxiliar considera que hasta el momento los medios de comunicación resaltan los “millones” de dólares que supuestamente se gasta en el cuidado médico o la educación de los hijos de inmigrantes indocumentados, dejando a un lado los impuestos que diariamente estas familias aportan cuando hacen sus compras, pagan la renta o compran un auto.
Agregó que es importante que las comunidades se unan en una sola sin necesidad de mirar el color de la piel de los otros, si son ricos o pobres o si tienen o no “papeles”.
“Tenemos una gran oportunidad de no solamente llamarnos cristianos, sino vivirlo, tenemos la oportunidad no sólo de leer y conocer la palabra de Dios, sino también ponerla en práctica”, finalizó Nevares. VN