vida nueva

NUESTRA MADRE, LA MADRE DE LA IGLESIA

Archbishop José H. Gomez praying at La Peregrina, the official Archdiocesan pilgrim image of the Virgin of Guadalupe, which has been blessed and touched to the original image at the beginning of the procession. THOUSANDS HONOR OUR LADY OF GUADALUPE WITH DANCE, MUSIC AND PRAYER AT THE 86TH ANNUAL PROCESSION AND MASS IN EAST L.A. More than 30,000 faithful from Santa Barbara, Ventura and Los Angeles counties marched down East Los Angeles streets today to honor Our Lady of Guadalupe, the patron saint of the Americas, in the 86th annual procession and Mass. This year’s event, themed “Our Lady of Guadalupe: Encounter with Jesus,” aimed to encourage love and support to others, through whom we encounter Jesus Christ. “In this procession today, our Mother leads us to this stadium to worship — to the encounter with her Son, Our Lord Jesus Christ,” said Archbishop José H. Gomez. “And that is the destination, the purpose of this journey we call life. To find God, to find Jesus! This is the beautiful role that Our Mother plays. She guides us always into the presence of her Son, into the new encounter with Jesus Christ. So, today we profess our love for Our Mother. We thank her for her tender love for us — for our children and our families. We give our hearts to the Virgin of Guadalupe and we ask her to always intercede for us, to hear us and pray for us.” Today’s celebration leads up to the feast day of Our Lady of Guadalupe on December 12, and marks the first day of Advent, a season of preparation for the celebration of the Nativity of Jesus at Christmas. The mile-long route of the oldest religious procession in Los Angeles, included colorful floats, equestrian groups, mariachis and indigenous dancers. Catholic school students escorted La Peregrina, the official Archdiocesan pilgrim image of the Virgin of Guadalupe, which has been blessed and touched to the original image. This year marks the 486th anniversary when the Virgin of Guadalupe appeare

Por Monseñor José H. Gomez

Arzobispo de Los Ángeles

11 de mayo de 2018

Nos estamos preparando para celebrar la nueva fiesta mariana instituida por el Papa Francisco.

Se trata de la memoria de la Santísima Virgen María Madre de la Iglesia que celebraremos el lunes después de Pentecostés, este año el 21 de mayo, marcará un importante, inclusive hasta diría un profético redescubrimiento de una antigua devoción.

Los primeros cristianos tenían una conciencia profunda de que la Iglesia era su “madre” espiritual, que los daba a luz en el bautismo, constituyéndolos en hijos de Dios a través de los sacramentos y en miembros de la única familia universal de Dios.

Jesús habló de reunir a los hijos de Jerusalén como una gallina reúne a sus polluelos, y San Pablo habló acerca de “la Jerusalén celestial, que es nuestra madre”.

La idea era que la Iglesia es la nueva Jerusalén, la nueva madre de la familia de Dios.

San Pablo describió el ministerio de la Iglesia haciendo alusión a la relación de una familia. “Los tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos”, escribió a los Tesalonicenses. En el mismo pasaje, habla acerca de tratar a cada persona “como un padre trata a sus hijos”.

En el Nuevo Testamento, los apóstoles a menudo se referían a los fieles como a sus hijos espirituales, reflejando así nuevamente su comprensión de que la Iglesia es nuestra madre y nuestra familia.

Y en esto, los primeros cristianos entendieron que María era el símbolo perfecto de la maternidad espiritual de la Iglesia.

Es un hermoso misterio sobre el que podemos reflexionar: cómo el plan de Dios para la redención del mundo da inicio en el seno de una madre. La obra de amor de María, su “sí” al llamado de Dios, es el que trae al Dios vivo al mundo en la persona de Jesús.

San Agustín dijo: “Nuestra Madre, la Iglesia, es la Madre santa y gloriosa, que es como María, que es virgen y madre a la vez, y que da a luz a Cristo y a ustedes, que son miembros de Él”.

La gran doctora de la Iglesia, Santa Hildegarda de Bingen, llamó a María “la madre del pueblo de Dios”.

Es importante que redescubramos estas ideas en este tiempo en el que la idea de la persona humana se está perdiendo, en este momento en el que el significado de la familia y los roles de las madres y de los padres se han venido abajo debido a las fuerzas “despersonalizantes” de nuestra sociedad.

La imagen de María como madre de la Iglesia nos ayuda a ver que la familia es esencial para favorecer el plan de Dios para la creación. Nos ayuda también a ver nuestra propia importancia, la importancia de cada uno de nosotros, ante los ojos amorosos de Dios.

Jesús nació como Hijo del hombre del seno de María, y por medio de ella y a través de la Iglesia, Dios quiere que cada uno de nosotros sea formado como ese ser único —hijo o hija— que él pretendió que fuéramos al crearnos.

Esta idea de que cada uno de nosotros es amado por Dios y querido por Dios, de que Él nos creó porque quiere que vivamos con él como sus hijos, es algo revolucionario.

Si creyéramos esta verdad y la viviéramos realmente, podríamos cambiar el mundo. Y eso es lo que Dios espera de cada uno de nosotros: que lo ayudemos a reunir a todas las personas en su familia y a cambiar este mundo para que llegue a ser su reino.

Por eso es que considero que esta nueva memoria litúrgica es algo profético. Saber que María es la madre de la Iglesia es empezar a comprender las profundidades del amor de Dios hacia nosotros.

En la cruz, Jesús nos dio a María para que fuera nuestra madre. De hecho, sus últimas palabras fueron: “He ahí a tu madre”. Le dijo esas palabras a San Juan. Y el Evangelio nos dice que “desde ese momento, el discípulo la llevó a su propio hogar”.

Como discípulos, estamos llamados a llevar a María a nuestro hogar, a nuestra vida y a nuestro corazón.

Por eso, cuando celebremos esta nueva fiesta el lunes 21 de mayo, les haré un regalo especial a través de Angelus News.

Bendeciré y ofreceré personalmente una imagen de nuestra Santísima Madre a cada familia de la Arquidiócesis de Los Ángeles que desee recibirla.

¡Debería haber una imagen de María en cada hogar; en cada casa debería haber una imagen de nuestra madre! Hago oración para que las familias y los individuos coloquen esta imagen en un lugar prominente y, para que, cuando la miren, se acuerden de orar y de hacer un acto de amor a nuestra madre.

Como lo han hecho los cristianos de todas las épocas, todos debemos recurrir hoy a María para pedir su intercesión y su ayuda materna. Tenemos que aprender a amarla como a una madre y pedirle que nos enseñe a vivir como ella lo hizo, con la misma hermosa libertad y alegría de seguir a Jesús y de estar al servicio del plan de Dios para nuestras vidas.

Visite AngelusNews.com para obtener la información sobre cómo recibir este regalo para sus familias.

Oren por mí esta semana y yo estaré orando por ustedes. Y ahora que conmemoraremos el Día de la Madre durante este fin de semana, pidámosle a la Santísima Virgen María que ella sea nuestra madre y que nos incite a todos a desarrollar un nuevo amor hacia ella, hacia Jesús y hacia nuestra madre, la Iglesia. VN

 

El Arzobispo Gomez anima a la gente a visitar y compartir su nuevo sitio web: TheNextAmerica.org, un recurso para informarse sobre la reforma migratoria y participar en ella.

Los escritos, homilías y discursos del arzobispo se pueden encontrar en ArchbishopGomez.com

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El nuevo libro del Arzobispo José H. Gomez, ‘Inmigración y el futuro de Estados Unidos de América’, está disponible en la tienda de la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles. (www.olacathedralgifts.com).

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