Imagen referencial. Foto: Pixabay / Dominio público.
Redacción ACI Prensa/EWTN Noticias
En varios países se ha multiplicado el número de falsos sacerdotes que se valen de la buena fe de los fieles para “ofrecer sus servicios” a cambio de dinero fácil.
Únicamente el sacramento del Orden Sacerdotal consagra al que lo recibe, configurándolo de modo particular con Jesucristo y capacitándolo para actuar en la misma persona de Cristo para el bien de todo el pueblo de Dios.
En la siguiente nota explicamos cómo identificar a los falsos sacerdotes y las medidas preventivas para evitar ser engañados por estos.
¿Cómo reconocerlo?
- Los falsos sacerdotes no tienen parroquia ni territorio asignado porque no pertenecen a la Iglesia Católica, por lo tanto, no se encuentran en los registros de las diócesis.
- Salen a “ofrecer sus servicios” (misas, sacramentos) y es común que regalen tarjetas de presentación para que puedan contactarlos.
- Suelen actuar en lugares alejados del templo parroquial, como en pequeñas comunidades donde no hay sacerdotes. Es necesario saber que los sacerdotes católicos tienen prohibido casar, bautizar y en general, oficiar misas fuera de la parroquia o templo público reconocido.
- Crean lazos de amistad con los feligreses e imparten “sacramentos” sin tener en cuenta los impedimentos.
- Cobran dinero al final de la “Misa” que celebran “solicitando una contribución económica”.
- Piden donativos para alguna casa hogar, orfanato o asilo que no existen. En algunos casos hasta ofrecen sus servicios a los propios sacerdotes para ayudarlos en las fiestas parroquiales o en Semana Santa.
- Un gran porcentaje de ellos son personas que estudiaron en el seminario, pero por diversas razones fueron expulsados, otros sirvieron en alguna parroquia como sacristanes o simplemente encontraron una forma de estafar a los fieles y hasta a los mismos presbíteros porque conocen las celebraciones litúrgicas.
Medidas preventivas
- Acudir a nuestra parroquia para que nos orienten sobre los requisitos necesarios para la celebración de los sacramentos.
- En caso del fallecimiento de un familiar, acudir a la parroquia más cercana, al velatorio o a nuestra propia parroquia para solicitar los servicios correspondientes.
- Nunca aceptar a los sacerdotes que se dan a conocer con tarjetas de presentación o que ofrecen “servicios a domicilio”.
- Exigir al sacerdote la credencial expedida por la diócesis a la que pertenece.
- Si no es posible encontrar un sacerdote, es obligación de los fieles abstenerse de las celebraciones de los impostores pues no tienen ninguna validez.
- Se debe denunciar al falso sacerdote inmediatamente ante las autoridades eclesiásticas.
7. Advertir a los demás fieles que tengan cuidado del impostor.