El Santuario del Sagrado Corazón en Washington D.C. | Crédito: Madalaine Elhabbal/CNA.
Las iglesias católicas que atienden a comunidades hispanohablantes en la Arquidiócesis de Washington (Estados Unidos) han reportado preocupación debido a que los encuentros con agentes de inmigración continúan siendo un aspecto importante de la ofensiva del gobierno de Trump contra el crimen en la capital del país.
El Santuario del Sagrado Corazón en Columbia Heights informó que seis de sus feligreses fueron detenidos por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en las últimas semanas, incluyendo a un acomodador que se dirigía a la Misa vespertina. Otras parroquias en la arquidiócesis también han expresado preocupación ante la situación actual en el Distrito de Columbia.
Esto ocurre después de que la administración Trump anunciara el 11 de agosto el despliegue de agentes federales y la Guardia Nacional para combatir el crimen generalizado en el D.C.
Tras una orden ejecutiva de la jefa de la Policía Metropolitana de Washington, Pamela Smith, los oficiales de policía del D.C. han sido autorizados a notificar a los agentes de ICE sobre encuentros con migrantes indocumentados, lo que ha resultado en una estrecha colaboración entre ambas agencias de seguridad en la ciudad.
El párroco del Santuario del Sagrado Corazón, el P. Emilio Biosca Agüero, OFM Cap, dijo a Religion News Service que uno de los feligreses detenidos por ICE era un hombre que estaba en preparación para el matrimonio, mientras que otro asistía a una clase de confirmación.
El sacerdote señaló que algunos de los detenidos fueron interceptados por oficiales de inmigración mientras se dirigían al santuario para clases de catequesis en las últimas semanas. Biosca estimó en el informe que la asistencia a la Misa en su parroquia ha disminuido aproximadamente un 20%, pasando de 2.500 a menos de 2.000 personas.
El sacerdote también comentó que los chats de WhatsApp de la parroquia “se han llenado de reportes de avistamientos de agentes de inmigración y advertencias a los miembros de la parroquia”.
Biosca Agüero declinó hacer comentarios sobre la historia a CNA, agencia en inglés de EWTN News.
El mes pasado, un portavoz de ICE dijo a CNA: “Aunque ICE no está sujeto a restricciones previas sobre operaciones de inmigración en lugares sensibles, incluyendo escuelas, iglesias y tribunales, ICE no realiza acciones de cumplimiento indiscriminadas en estos lugares”.
“ICE arresta a extranjeros que cometen delitos y a otras personas que han violado las leyes de inmigración de nuestra nación”, señaló el portavoz, agregando: “Todos los extranjeros que violen la ley de inmigración de Estados Unidos pueden ser sujetos a arresto, detención y, si se determina que son removibles por orden final, ser removidos de los Estados Unidos”.
Según el informe de RNS, la asistencia en la iglesia católica de San Gabriel, en el vecindario de Petworth en D.C., también ha disminuido.
El director de comunicaciones de la parroquia Nuestra Señora Reina de las Américas, Kevin Arevalo, dijo a CNA que “los feligreses que han asistido a la Misa dominical han expresado preocupaciones y temores sobre la situación aquí en D.C.”.
Arevalo comentó que no ha habido detenciones en los terrenos de la iglesia y que no tiene conocimiento de feligreses detenidos en camino a la Misa en la parroquia o en sus alrededores.
Sin embargo, señaló que varias detenciones que ha escuchado han ocurrido en vecindarios como Columbia Heights y Mount Pleasant, y muchos feligreses de Nuestra Señora Reina de las Américas “tienen que pasar por esas áreas para llegar a nuestra parroquia”.
Por ello, Arevalo y el administrador de la parroquia, el P. James Morrison, están preparando actualmente formas alternativas para llegar a la comunidad ante el aumento de temores relacionados con la aplicación de la ley migratoria.
“Sé que la mayoría vive bastante lejos y hacen un esfuerzo especial para venir aquí a nuestras Misas y actividades”, dijo, “así que estamos considerando usar medios digitales y nuestros canales en línea para comunicarnos con ellos y servirles de la mejor manera posible”.
Concluyó: “Definitivamente no nos quedaremos callados sobre esto porque nuestra parroquia, en su mayoría, es una comunidad hispana-latina. Así que queremos asegurarnos de que los estamos escuchando y atentos a lo que están viviendo”.
Al momento de la publicación, la Arquidiócesis de Washington no ha respondido a solicitudes de comentarios. La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) declinó hacer comentarios. VN
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.