(fOTO – La devoción guadalupana es una oportunidad evangelizadora, porque está centrada en Cristo. La Virgen de Guadalupe no se anuncia a sí misma, nos presenta a Jesús, su Hijo, al Señor de la Vida. / victor alemán).
Por DR. J ANTONIO MEDINA
Este año quiero invitarlos a que nos unamos a la celebración Guadalupana, la recomendación del Papa Francisco de ser discípulos misioneros.
Hoy más que nunca es urgente que todos los que amamos a la Virgen aceptemos la misión de ser evangelizadores. Pensemos en Juan Diego, quien sin duda es un modelo de lo que significa ser Discípulo-Misionero: él aceptó el acompañamiento, la ternura, la guía de la Virgen, y al mismo tiempo se convirtió en su mensajero, primero para llevar la Buena Nueva al Obispo Zumarraga, y luego para ser un líder de la comunidad cristiana que se formó alrededor de la capillita de la Virgen a la que le dedicó el resto de su vida.
Muchos líderes católicos en este país no entienden la devoción guadalupana, y allí podemos incluir a sacerdotes, diáconos y otros líderes laicos. Prueba de ello son los obstáculos que muchas comunidades hispanas sufren en las parroquias para poder celebrar la Fiesta guadalupana.
Yo sugiero que en lugar de que nos quejemos, hagamos de esta fiesta una oportunidad de evangelizar. Y para eso sugiero estos puntos de diálogo para que los compartamos con todas las personas que no conocen esta devoción mariana, por supuesto cuidando que siempre prevalezca el amor y la caridad:
- La devoción guadalupana es una oportunidad evangelizadora, porque está centrada en Cristo. La Virgen de Guadalupe no se anuncia a sí misma, nos presenta a Jesús, su Hijo, al Señor de la Vida.
- Por lo anterior debemos superar esas controversias y críticas que ponen en disyuntiva a Cristo o la Virgen de Guadalupe. Todo devoto guadalupano sabe que el centro de la fe es Jesucristo, y que la Virgen nos acerca a Él.
- Por lo tanto, afirmamos que la devoción guadalupana es eminentemente católica. La Virgen María es central en la espiritualidad cristiana. Esta devoción es una oportunidad increíble para devolverle el lugar que merece María. Sin ella no llegaremos a Jesús. La historia de la Iglesia nos lo han enseñado y los cristianos de este país sean inmigrantes o nativos deben entenderlo, por María a Jesús.
- La Virgen de Guadalupe es una devoción de Adviento. No tenemos por qué contraponer el tiempo litúrgico de Adviento y Guadalupe. La imagen de la Virgen es la de una mujer embarazada que en su vientre trae al Dios verdadero. En el centro de la espiritualidad de Adviento está la Virgen María y la espera gozosa de que Cristo nazca entre nosotros.
- La Virgen de Guadalupe es una imagen de una mujer mestiza. Lo que Ella hizo en su aparición milagrosa fue unir en una sola fe a dos grupos antagónicos, los indígenas y los españoles recién llegados. Ella representa la tradición católica traída por los españoles y también representa los más auténticos sentimientos de fe de los pueblos nativos. Ella fue el puente para superar el odio de una invasión no deseada, pero también fue la oportunidad para que los españoles entendieran que los indígenas son hijos de Dios, que merecen el respeto ligado a su altísima dignidad. Este mestizaje cultural y religioso que es representado en la tradición Guadalupana fue una bendición para todos.
- La devoción Guadalupana está apoyada por el Magisterio de la Iglesia: Pío X la proclamó “Patrona de toda la América Latina”. Luego, Pío XI, la proclamó “Patrona de todas las Américas”; Pío XII no se quedó atrás y la llamó “Emperatriz de las Américas”; y Juan XXIII más tarde la coronó con el nombre de: “La misionera celeste del Nuevo Mundo” y “la Madre de las Américas”. Juan Pablo II beatificó al testigo de las apariciones a Juan Diego y dedicó a la Virgen de Guadalupe el documento del Sínodo de Las Américas. Juan Pablo II mismo fue un gran devoto de la Virgen de Guadalupe a quien visitó durante su pontificado en cuatro ocasiones.
- La devoción guadalupana ha sido el emblema de muchas luchas por la dignidad humana de las comunidades católicas en todo el Continente y recientemente en Estados Unidos ha sido empleada como el símbolo de la lucha contra el aborto. La Virgen de Guadalupe representa el deseo de una vida digna para todos, sin importar raza y/o condición social. Y por supuesto es el símbolo de la lucha por una vida digna para todos los inmigrantes.
- La devoción guadalupana no es una devoción solamente de los mexicanos. Desde sus orígenes el amor a la Virgen de Guadalupe se extendió a las Islas Filipinas que eran parte de la Corona Española, a España y también a la mayor parte de los países centroamericanos. Hay testimonios de esta devoción en varios países de Sudamérica. Podemos encontrar la advocación a la Virgen de Guadalupe en muchas parroquias en todo el Continente. Hay una hermosa capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe dentro de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Testimonios de fe suscitados por la devoción Guadalupana hay por todo el mundo.
- La narración de las Apariciones de la Virgen (Nican Mopohua) escrita por Antonio Valeriano es el primer documento mestizo del Continente. El pensamiento, la cultura y el lenguaje Náhuatl, de los habitantes del Valle de México fue utilizado para esta narración. Es un documento escrito en Náhuatl con caracteres (letras) latinos. Es un aporte cultural de suma importancia para la historia del Continente.
- Toda la narrativa del Nican Mopohua es un modelo de evangelización encarnada en la cultura española y en la cultura de los nativos. Conocer en profundidad este modelo de evangelización nos puede ayudar a encarnar el Evangelio en las nuevas culturas que están surgiendo y que necesitan urgentemente la Buena Nueva.
Hay muchas cosas más que decir sobre como la devoción guadalupana y cómo podemos verla como una bendición para la evangelización de Estados Unidos. Deseo sinceramente que la celebración en este año sea vivida en espíritu festivo y que nos motive a todos a ser discípulos misioneros, testigos del amor de Dios.
¡Viva La Virgen de Guadalupe! ¡Viva Cristo, El Hijo de Dios hecho hombre! VN