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LA PERSPECTIVA SALVADOREÑA

Entrevista exclusiva al Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de El Salvador, Gregorio Rosa Chávez

El obispo Gregorio Rosa Chávez, seguidor del asesinado arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero, visitó Los Angeles en junio para acudir a la ordenación del diácono salvadoreño Juan Francisco Ascencio.

Durante su estadía, aprovechó para discutir con Vida Nueva la situación que atraviesa su país a nueve meses de las elecciones presidenciales. Explicó que la actual situación económica está llevando a las personas a inclinarse por el periodista Mauricio Funes, el candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), mientras encuestas indican que ha bajado la popularidad del actual presidente Elías Antonio Saca.

VIDA NUEVA (VN):¿CUÁL ES EL MOTIVO DE SU VISITA A LOS ANGELES?

OBISPO GREGORIO ROSA CHÁVEZ (OGRC): La ordenación del diácono salvadoreño Juan Francisco Ascencio y para acompañamiento pastoral a la comunidad salvadoreña aquí en Los Angeles.

VN: ¿EN QUÉ PUNTO SE ENCUENTRA EL PROCESO DE BEATIFICACIÓN DE MONSEÑOR OSCAR ARNULFO ROMERO?

OGRC: Digamos que la causa ya está lista para la sentencia. Ya se respondieron las tres grandes preguntas: Primero, si murió por martirio. Se comprobó que sí, pues él predicaba el evangelio en un contexto lleno de injusticia. Segundo, si predicaba la doctrina de la iglesia o si hacía política. Se revisaron sus homilías y se comprobó que sí siguió la noción doctrinaria de la iglesia. Tercero se revisó el contexto social, económico y político.

Se determinó que fue un mártir de los derechos humanos muy original. Un mártir que inspira al mundo entero en el siglo XX y XXI. Que tenía una visión de justicia y equidad.

VN: ¿QUÉ NOS PUEDE DECIR ACERCA DE LA POBREZA QUE EXISTE EN EL SALVADOR?

OGRC: La segunda vez que vino el Papa en 1996, los obispos publicaron un documento donde se analizaba a qué país venía el Papa.

El Salvador es un país que firmó la paz, pero no tiene ni idea de la convivencia cotidiana de la paz. No basta con firmar la paz, las raíces son más profundas. El gobierno actual sólo ha aplicado medidas cosméticas, puro maquillaje.

Además, el mundo de hoy es uno solo; todo está interrelacionado. Los países ricos tienen una tremenda responsabilidad, pues existe una interdependencia con los países pobres. Nosotros pagamos su desarrollo. Hay que ver qué cultura nos importan, qué valores; la familia es agredida.

Por ejemplo, en la guerra de Iraq se han gastado 400 mil millones de dólares, que serviría para cubrir el presupuesto de El Salvador durante 100 años, pues el presupuesto nacional es de 4 mil millones de dólares, 3 mil millones de los cuales ingresan por las remesas familiares de los salvadoreños en el exterior.

La Iglesia Católica debe aceptar que debemos interactuar. Debemos hacer mayor promoción humana a través de trabajo asistencialista de organizaciones como Cáritas.

Debemos hacer lo que hizo Jesús, quien chocó y tuvo conflictos (con el poder) porque optó por los pobres, los marginados, los excluidos. Debemos tomar en serio que ese es el camino.

VN: ¿Y SOBRE LAS PANDILLAS, QUÉ NOS DICE AL RESPECTO?

OGRC: Los resultados de la política actual se reflejan en la existencia de pandillas juveniles. Hay que hacer un diagnóstico objetivo señalando las causas del fenómeno, haciendo una propuesta concertada para resolver el problema.

Hay una propaganda oficial tremenda de que las maras son culpables de los homicidios, cuando en la realidad es que se ha descubierto que sólo 20 por ciento de éstos son culpa de las maras. La mayoría son hechos cometidos por la delincuencia común, muchas por causas desconocidas.

Para atacar este problema hay tres cosas que hacer: prevención, y en esto la Iglesia tiene experiencia en el uso de métodos eficaces y baratos; rehabilitación e inserción social, pues esas personas nunca están insertos a la sociedad, son marginados.

La migración forzada es una hemorragia. Los niños crecen sin calor de los padres y eso tiene un alto costo para los salvadoreños. El gobierno debe apostar por la familia. Los jóvenes tienen derecho a oportunidades de estudio, de un trabajo digno, de alcanzar sus sueños.

Debemos insistir en políticas sociales del gobierno. Hay mucho que avanzar, debe existir una política de descentralización. Caminos hay, pero falta voluntad política.

Debemos seguir lo que el Papa ha dicho muchas veces, que se deben respetar y promover los derechos humanos para detener la delincuencia.

(VN): LAS ENCUESTA DICEN QUE EL PERIODISTA MAURICIO FUNES, LLEVA LA VENTAJA EN ESTE MOMENTO PARA LAS ELECCIONES EN EL SALVADOR DEL PRÓXIMO AÑO. ¿POR QUÉ CREE QUE ÉL VA ADELANTE?

(OGRC): Sí, una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA) revela que entre los dos candidatos (ARENA y FMLN), Mauricio Funes va adelante por 16 puntos. También este año al presidente Saca se le ha dado la nota más baja en los cuatro años de su gobierno.

Todo se debe a la situación económica, que ha empeorado. Por tanto, dos terceras partes de los votantes dicen que han decidido cambiarse de partido, favoreciendo al FMLN.

La Conferencia Episcopal de El Salvador ha expuesto que se debe poner al centro a la persona humana. Hay que revisar el modelo de desarrollo económico actual que hace énfasis en el crecimiento económico y no en el desarrollo humano, así la brecha entre ricos y pobres es más grande.

En la V Cumbre de América Latina y la Unión Europea celebrada en Lima, Perú, en mayo recién pasado, se explica cómo están las cosas y cómo debemos enfocarnos hacia el futuro. Debe haber un desarrollo integral y solidario para combatir la pobreza y la corrupción.

VN: ¿QUÉ PLANTEA LA IGLESIA SALVADOREÑA AL RESPECTO?

OGRC: Tres cosas: Primero, que se debe tener una visión doctrinal. Segundo, desarrollar proyectos sociales, a través de Cáritas El Salvador. Tercero, que los laicos tomen su lugar en el mundo, siguiendo una formación que use criterios y metodología basados en el evangelio. El Papa Benedicto reitera en el documento de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida (Brasil) cómo aplicar ese concepto en cada país.

En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia se hace una propuesta social que incluye un desarrollo integral y solidario en el que se involucren representantes de la política, economía, cultura, comunicación social y organizaciones sociales del país.

Debemos analizar ¿qué pasó con el mundo? Vivimos en un mundo más relativista, individualista, por tanto el reto es enorme.

Cada país tiene su propia dinámica, unos van más a la vanguardia y otros atrás. La cuestión es que de la queja no pasamos a la propuesta. Los pueblos no conocen los criterios y se sienten solos. Si lográramos una integración lograríamos procesos extraordinarios bajo una doctrina social, aplicando el evangelio, con justicia y paz.

Los obispos nos hemos expresado sobre las elecciones. El voto es un derecho, un deber ciudadano. En El Salvador nunca ha existido una coyuntura como la actual. En cuanto a esto cada obispo opina diferente. Algunos son más cautos que otros; dicen que hay que ver las cosas con serenidad. Hay que analizar qué falló, por qué la gente está buscando otra opción.

Los problemas del país son la violencia, el desempleo y la situación económica. La gente está desesperada y el discurso de la izquierda da una respuesta social a todos estos aspectos.

Muchas alcaldías, la mayoría en manos del FMLN, han tenido esa visión. Son un microcosmos donde la gente se reúne para decidir lo que quieren. Hay mucho dinamismo. Allí está la gente con mayor dinamismo y sentido crítico.

VN: ¿CUÁL ES SU MENSAJE PARA LOS SALVADOREÑOS EN LOS ANGELES?

OGRC: Que los migrantes llegan a este país con un testimonio de fe y con la riqueza de sus identidades. Deben comunicar esa fe y vocación católica a sus hijos.

Que no olviden sus raíces y su tierra. El Salvador es el único país que lleva el nombre del Divino Salvador y con eso ellos representan a Jesús.

Los salvadoreños son una gente muy valiosa para la Iglesia Católica de EE.UU. Su contribución es extraordinaria cuando tienen eso en su corazón, sobre todo los herederos de la Iglesia martirial y viva de Monseñor Romero. La experiencia de esa iglesia es un fuerte tesoro.

En la Iglesia debemos ver cómo acompañar a la gente para que mantenga su fe. Esa hemorragia de la migración es un reto para nosotros.

Muchos católicos se van a otras iglesias, pero ¿qué hace la Iglesia para detenerlos? La gente se va porque lo que esos grupos viven les atrae, no se va por lo que creen.

La Iglesia Católica debe atraer con la fuerza de su testimonio y eso supone superar esa percepción de que la gente no se va. Debe existir una convivencia misionera. VN

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