vida nueva

FRANCISCO, EL PAPA POBRE Y HUMILDE

Dios nuestro Padre nos ha dado este regalo y no lo vamos a desaprovechar. El Papa Francisco es un hombre humilde. Son tantos los gestos que nos lo muestran que realmente podemos decir que el Espíritu Santo ha soplado fuerte en el Conclave y ha sido elegido el Papa que la Iglesia necesita hoy.

Y debe quedar claro, el Papa Francisco no está actuando, él ha sido así, y así siente que debe seguir. Se cuenta que al ser elegido, el secretario del Conclave se acercó para ponerle “la muceta”, una capita ricamente adornada, símbolo del poder, y él pido que no se la pusieran y los vimos aparecer solamente con su sotana blanca. Además, cuando los Cardenales y el Papa volvían del lugar del Conclave a la residencia donde se hospedaban, él prefirió ir en el autobús de los Cardenales y no en la limusina del Estado Vaticano. También se dice que fue personalmente a pagar su cuenta de 90.00 euros por noche, a la casa donde se hospedó antes de empezar el sínodo, y él mismo juntó su ropa y la guardó en su maleta. ¿Qué gobernante hace estas tareas? Su primera Misa como Papa fuera de las murallas del Vaticano tuvo lugar en la Parroquia de Santa Ana donde acuden los empleados del Vaticano. Su espontaneidad puso en apuros a la guardia pues no tuvo ningún reparo en abrazar y besar a sus parroquianos, pues allí él se presentó con el título más humilde: él es solamente el Obispo de Roma.

Pero estas actitudes no son nuevas; él se movía en los “destartalados” autobuses del transporte público de Buenos Aires para visitar las parroquias de su diócesis, celebraba la Semana Santa en los hospitales o en las cárceles tal como lo hizo este año en Roma, preparaba su comida y vivía en un apartamento sencillo y salía todas las mañanas a hacer sus compras y recoger el periódico, incluso devolvía al final del mes al periodiquero las ligas con las que le entregaba el diario. Todo esto siendo Cardenal y Arzobispo de Buenos Aires. Él sabe muy bien que la cabeza piensa de acuerdo adónde uno tenga sus pies, y los pies del Papa Francisco siempre han estado donde caminan los pobres.

Pero además todos los movimientos apostólicos y organizaciones eclesiales lo aman como su padre. Acompañaba al Movimiento Carismático lo mismo que a las pequeñas Comunidades de Base; atendía a los grupos familiares o acompañaba la catequesis. Era un verdadero pastor de todo el rebaño, uniendo, apoyando, impulsando iniciativas, no apagando la voz del Espíritu. Todos los diferentes grupos y movimientos se sentían apoyados e impulsados a servir.

No ha faltado gente que ha pretendido desprestigiarlo, al decir que no hizo lo suficiente en tiempos de la dictadura en Argentina, y que entregó a sus propios cohermanos. Todo esto no ha sido más que calumnia y los mismos protagonistas lo han negado. Los sacerdotes jesuitas que fueron secuestrados por la dictadura consiguieron su liberación por la insistencia del Padre Borgolio y esto atestiguado por ellos mismos. Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, declaró públicamente hace unos días que no se puede acusar al Padre Jorge Mario Bergoglio de ningún acto de complicidad con el régimen militar argentino. Los que han pretendido manchar su nombre han sido desmentidos, y todos nos sentimos muy contentos de que así sea porque los que utilizan los medios de comunicación masiva para engañar y confundir deben ser desmentidos con la fuerza de la verdad.

Ya sabemos que le debemos obediencia al Papa, Obispo de Roma, pero él se está ganando no sólo nuestra obediencia, sino también nuestro corazón. Su presencia, sus gestos han llenado de esperanza a tanta gente, que la Nueva Evangelización ha recibido su más grande impulso. Ha suscitado tanto comentarios positivos que muchos sacerdotes sienten una nueva motivación para realizar su vocación, muchas personas que habían dejado la Iglesia están regresando. Miles de fieles han derramado lágrimas de alegría al ver estos gestos de amor y caridad y ahora son capaces de dar la vida por este pastor. No es que la gente no hubiera amado a los Papas anteriores, sin embargo este Papa nos alienta a renovar nuestra esperanza. En la Misa del Domingo de Ramos nos invitó repetidamente a que no perdamos nuestra alegría, a que no permitamos que nos roben nuestra esperanza. Y su palabra es tan convincente que miles de jóvenes ya lo sienten como un amigo cercano.

Tenemos Papa y esto es motivo de una gran alegría; ojalá que nos esforcemos en conocerlo más y sigamos de cerca sus enseñanzas para transformar nuestra vida y entusiasmemos a nuestra comunidad. VN

MÁS INFORMACIÓN

• Dr. José Antonio Medina: (562) 619-0898

• Si quiere conocer más sobre el Papa Francisco puede solicitar el librito
‘Diez cosas que el Papa Francisco quiere que sepas’ de John L. Allen, Jr. al 1(800) 325- 9521 o en su librería favorita.

Salir de la versión móvil