vida nueva

¡FELIZ NAVIDAD!

“Noche de paz, noche de amor,

Todo duerme en derredor,

Entre los astros que esparcen su luz,

Brilla, anunciando al niñito Jesús,

Brilla la estrella de paz, brilla la estrella de paz…”

Por ALICIA MORANDI

“Noche de paz” es posiblemente la canción navideña más popular. Expresa que el nacimiento de Jesucristo es un llamado a la paz y al amor. Pero en esta sociedad de consumo, el verdadero significado de la Navidad a veces queda catapultado entre compras compulsivas y banquetes que dejan huella en nuestra salud y silueta.

Para muchos, en esta celebración se extraña más a esos seres queridos que partieron a mejor vida, o a esa patria que quedó muy lejos.

“La paz, el amor, la unión y armonía deberían ser los protagonistas de la Navidad”, dice Adela Nuanez, psicóloga con práctica en el condado de Orange. “Especialmente en esta época en que tantas familias sufren de pobreza, discriminación y un continuo miedo a que las separen. Por lo tanto, éste es un tiempo para entender que siempre tendremos la oportunidad de ayudar a alguien. Ahora más que nunca debemos ser compasivos y solidarios con los refugiados, indigentes, solitarios y enfermos. La temporada decembrina nos otorga esa posibilidad”.

Nuanez dice que hay que trasmitirle a los más pequeños que la alegría no gira alrededor de lo material. “Por el contrario, lo mejor es deshacernos de todo aquello que no usamos, y regalárselo a alguien que lo necesita”.

Vacíos sin llenar

En cuanto a la nostalgia que viven muchos inmigrantes con la llegada de Navidad y Fin de Año, la psicóloga comenta: “Es saludable crear una comunidad fraterna con vecinos, compañeros de trabajo o feligreses de su parroquia, para compartir esa nostalgia. La Navidad es una oportunidad para encontrarnos con nuestro prójimo y meditar sobre las bendiciones que poseemos.

“La reconciliación también debe estar presente en Navidad, porque nos permite olvidar los rencores que son un veneno para nuestra vida”, dice.

Por otra parte, y según la experta, hay que huirle a las “compulsiones navideñas”. Esa necesidad desmedida de comprar, comer y beber que muchos experimentan.  “Estas fechas pueden servir de excusa para comprar de todo. Muchos sienten que regalando van a ser más aceptados, respetados o amados, pero en realidad comprar sin medida se puede convertir en un comportamiento algo peligroso, que genera sentimientos de culpa, ansiedad, irritabilidad. Sólo provoca un alivio temporal y ese individuo ya no podrá distinguir entre deseo y necesidad”.

También en estas fechas muchos dan rienda suelta a la compulsión por la comida, indica Nuanez. “Es común que los latinos asociemos las celebraciones con abundancia de alimentos y bebidas, que perjudican sobre todo la salud”, dice.

Al respecto, la nutrióloga Judith Topete, con práctica en Downey, recomienda que hay que preparar al cuerpo para no subir tantas calorías durante estas fechas.

Cómo no engordar en esta temporada

 Para no aumentar de peso, seguir consumiendo las cinco comidas diarias siempre que sean saludables y en porciones pequeñas, parece ser la clave. Esto lo asegura  la nutrióloga Topete. Puntualiza que hay que ingerir un desayuno, colación (snack), almuerzo (lunch), colación y cena.

“Tenemos que hacer cinco comidas al día; es la mejor manera de no subir de peso. Si quiere adelgazar, tiene colesterol, diabetes, hígado graso o simplemente desea mantener su peso, lo principal es el desayuno todos los días”, dice.

La especialista dice que lo primero que debe consumir al levantarse es proteína (20 gramos), ya que acelera el metabolismo y ayuda a controlar los niveles de glucosa.

Asimismo la nutrióloga ofrece algunas recetas de licuados, ideales para bajar los niveles de glucosa que suelen subir con las comilonas navideñas.

Un desayuno que recomienda para ir preparando su cuerpo para estas fechas es licuar una taza de leche de almendras con una buena proteína en polvo y una taza de frutas bajas en azúcar (fresas, arándanos, frambuesas o moras). Se puede remplazar la proteína en polvo con un tercio de taza de yogurt griego sin grasa ni azúcar. “Si va al gimnasio puede ponerle medio plátano y un poco de avena que da energía. Se puede agregar canela que sirve para bajar los niveles de glucosa. Ocho onzas de este licuado son suficientes”, dice.

Otro licuado que recomienda es licuar con agua una taza de berros (watercrest), un pepino, media manzana verde y jugo de limón.

También dice que se puede hacer un licuado con agua, un pepino con cáscara (porque allí está la fibra), perejil, apio y yerba buena. “Ésta le evita acidez o diarreas, bastante comunes en época decembrina; ayuda al sistema digestivo”, afirma.

Para quienes no tienen el hábito de medir las porciones que consumen, es importante adquirirlo en estas fechas. “Tenemos que aprender a medir porque podemos comer súper saludable pero si no medimos las porciones no se va a llegar a los resultados esperados”, dice Topete.

Puntualiza que no se vaya a una fiesta con el estómago vacío; tomarse uno de estos licuados ayuda a no comer en exceso. “El licuado da una sensación de plenitud y cuando voy a la cena no como todo lo que me ofrecen. Además estos licuados le mantienen el nivel de azúcar y colesterol bajo. También la moringa es ideal para mantener los niveles de glucosa bajos”.

Entre otras medidas para no subir de peso esta Navidad, Topete recomienda que no deje de hacer ejercicio y que beba agua.

“A corto plazo, las consecuencias de los excesos en estas fechas pueden provocar, además del aumento de peso, problemas en nuestra salud, debido fundamentalmente al sobre esfuerzo digestivo. Esto da acidez, pesadez abdominal y en algunas ocasiones pancreatitis y cólicos biliares. A mediano plazo un aumento del colesterol, enfermedades hepáticas, desequilibrios metabólicos y descompensaciones de la hipertensión arterial o la diabetes. Por eso no permita que las fiestas decembrinas afecten su salud”, concluye. VN

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