FALTA DE MANO DE OBRA INMIGRANTE PERJUDICA AGRICULTURA EN TEXAS

El refuerzo de la seguridad en la frontera con México ahuyenta la mano de obra y golpea al sector agrícola de Texas, y, finalmente, a los consumidores, según analistas y agricultores.

De acuerdo con Tamar Jacoby, escritora y analista política del Instituto Manhattan, que investiga los cambios en política en EEUU, los problemas que atraviesa la agricultura en Texas por carecer de mano de obra afectará muy pronto a otros sectores.

“Un agricultor cerca a McAllen (Texas) no pudo recolectar esta temporada una cosecha de melones por no tener empleados, lo que representó una pérdida de 400 mil dólares a sus arcas”, sostuvo Jacoby.

“Pero también perdió el que iba a transportar esa cosecha, así como el distribuidor, el mayorista y finalmente el público consumidor”, agregó.

Según Jacoby, estados como Florida, Arizona o California también ven amenazadas sus economías y muy pronto “serán las empresas multinacionales las que empiecen a perder millones porque son las que comercializan en grandes proporciones con la agricultura”.

Sugirió que la alternativa más inteligente a este problema está en la aprobación inmediata de una reforma migratoria que permita a los indocumentados trabajar de manera legal.

“No sólo para conocer a quiénes están indocumentados, sino también para paliar la falta de empleados en industrias importantes. Son millones las personas cuyos nombres no conocemos y lo más lógico es tenerlos en una base de datos”, opinó Jacoby.

Para Jim Reaves, director de Asuntos Legislativos con la Asociación de Viveros y Jardinería de Texas con sede en Austin, agrupación que genera más de 9.600 millones de dólares al año, la falta de mano de obra es inminente si no se aprueba cuanto antes una propuesta migratoria eficaz.

“No tenemos la capacidad para seguir cultivando sin una fuerza laboral estable. Dependemos de los inmigrantes porque en nuestra sociedad cortar jardines o recolectar frutos no es común”, indicó Reaves.

Pero para muchos, el endurecimiento de las medidas de seguridad en la frontera con México y la presencia de soldados de la Guardia Nacional ha ahuyentado la mano de obra y por ende se ha perdido hasta un tercio de la cosecha en esta temporada, según Ray Prewett, vicepresidente de la Asociación de Horticultores de Texas.

“Los trabajadores inmigrantes temen ser apresados y luego deportados. Estamos hablando de una pérdida con un efecto multiplicador”, indicó Prewett, que calcula que el número de trabajadores agrícolas ha disminuido en un 50 por ciento en Texas.

Agregó que su organización apoya la seguridad en las fronteras, pero que lo más viable para la economía del sector sería otorgar visas para trabajadores huéspedes o se apruebe una reforma migratoria que legalice a los miles de inmigrantes que trabajan en los campos de Texas.

“De lo contrario, seguiremos en las mismas y mellará en la economía de todos los bolsillos”, dijo Prewett.

En lo que va del 2006 se han registrado más de 2.500 millones de dólares en pérdidas de las cosechas, según el Departamento de Agricultura de Texas.

Otro de los factores que ha golpeado a la agricultura en Texas ha sido la sequía, con una merma de más de 4.000 millones de dólares en lo que va del año en el sector, mucho más que en 1998 cuando el estado facturó 2.100 millones de dólares en rojo.

El gobierno estatal informó también que debido a la sequía, el 58 por ciento de los campos de cosecha se encuentra en pésimas condiciones.

El minorista y el consumidor también han sufrido las consecuencias.

Según Angelo Almaraz, natural de México y vendedor de verduras en un mercado en el centro de Dallas, el 2006 ha sido el menos fructífero desde que instaló su puesto hace 18 años.

“Antes venían los mismos agricultores con grandes camiones a ofrecernos sus productos a precios cómodos. Hoy ni se aparecen, y si lo hacen, los precios son exorbitantes”, indicó Almaraz, quien calcula que el precio de las verduras ha subido 50 por ciento con relación al año pasado. VN

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