Los Ángeles.- Los estudiantes en una situación migratoria irregular reclaman al Gobierno y congresistas que resuelvan ya la incertidumbre en la que viven al mantenerse en el limbo la aprobación del proyecto de ley conocido como “Dream Act”.
En un foro celebrado en la noche del jueves en Los Ángeles, estudiantes y expertos debatieron qué hacer para desatascar la aprobación de un proyecto de ley que cuenta con los suficientes apoyos para ser aprobada y que beneficiaría a cerca de 65.000 jóvenes indocumentados en California y dos millones en todo el país.
En el foro se constató que el Dream Act cuenta con 39 apoyos en el Senado, 124 en la Cámara de Representantes, el respaldo del presidente Barack Obama y del 70 por ciento de los estadounidenses.
“¿Qué más se necesita para que los jóvenes tengamos la oportunidad de acceder a una educación universitaria de calidad y obtener nuestra ciudadanía en el país?”, se preguntó Nancy Meza, una de las organizadoras del foro.
“Cuando vinimos al país éramos niños y no podíamos elegir, pero ahora queremos ser personas útiles a la sociedad teniendo una educación universitaria, integrándonos plenamente y aportando nuestra comunidad”, agregó Meza.
El caso de Ciclalli Chávez, presente en el foro, es un ejemplo del problema al que se enfrentan miles de jóvenes.
Llegó al país cuando tenía 5 años. Ahora, a punto de cumplir 24 y también de terminar una maestría en la Universidad California Los Ángeles, quiere aplicar sus conocimientos para el beneficio de la sociedad.
“Estoy aquí porque soy indocumentada, pero yo amo este país y quiero quedarme, comenzar a trabajar y a aportar a la economía”, explicó a Efe la joven nacida en Jalisco (México).
Chávez, quien obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas, quisiera combinar su maestría en Estudios Latinoamericanos con planificación urbana, “concentrándome en proyectos para sacar a adelante el voto latino y crear espacios para que los hispanos puedan dialogar más sobre los problemas de su comunidad”.
Otro caso es el de Jorge Gutiérrez, nacido en Nayarit (México), y que llegó a Estados Unidos con su madre, dos hermanos y dos hermanas, a la edad de 10 años.
“Ya tengo 26 y llevó 16 años viviendo como indocumentado, por eso es tan importante para mí que sea aprobada esta propuesta”, comentó Gutiérrez, quien lleva más de tres años trabajando activamente por el Dream Act en el condado de Orange, al sureste de Los Ángeles.
Gutiérrez fue uno de los 12 estudiantes que recientemente hicieron una huelga de hambre de 15 días frente a las oficinas de la senadora demócrata de California Dianne Feisntein y que -según dijo- ayudó a que la legisladora apoyase públicamente el Dream Act.
“Es una injusticia, es muy frustrante y muy triste saber que una persona como yo y como miles que estamos preparados para hacer algo mejor y contribuir más positivamente la comunidad, no lo podemos hacer”, dijo Gutiérrez.
Para Lourdes Cruz, quien llegó de Oaxaca (México), a los 9 años como indocumentada la situación ha sido algo diferente.
Recientemente terminó dos licenciaturas -una en antropología y otra en servicios a la comunidad- y en tres días comenzará su maestría en antropología.
“Tuve la suerte de que hace cinco años pudimos arreglar nuestras situación de residencia legal”, contó Cruz, quien ahora trabaja como Consejera de Familia para casos de violencia doméstica y tiene a su cargo cuatro clases para padres que usan drogas o han tenido problemas de abuso infantil o de violencia doméstica.
“Sé que muchos de mis compañeros tienen la misma capacidad que yo para ayudar la comunidad, pero los detiene la barrera de la legalización. Conozco varios de ellos que son estudiantes sobresalientes y la comunidad está perdiendo la oportunidad de beneficiarse de sus aportaciones”, señaló.
La última versión del proyecto de ley del Dream Acta se presentó en marzo de 2009 por los senadores Richard Durbin (D-IL) y Richard Lugar (R-IN), con el apoyo de otros 32 senadores, al que luego se sumaron cinco más.
Al mismo tiempo, el representante demócrata de California Howard Berman (D28) presentó un proyecto similar ante la Cámara, con el apoyo de otros 123 miembros.
Ambas propuestas permitirían regularizar la situación de los estudiantes indocumentados que llegaron a EEUU antes de cumplir los 16 años y que se estima que beneficiaría a más de dos millones de jóvenes. VN