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‘ESE DISPARO A LA CABEZA DE MI PADRE NO FUE EN VANO’

María Meza continúa narrando la terrible experiencia de su familia cuando ella tenía siete años de edad y vivía en el Rancho del Fresno, en su nativo Michoacán, México.

“Las balas tronaban”, dice la sobreviviente de la guerra de los Cristeros, representada en la película “For Greater Glory” (Para una mayor gloria), que se presenta en las salas de cine de Estados Unidos este primero de junio.

A ella le gusta la idea de la película y quisiera verla si se mostrara en español, dice al unísono con su sobrino. Ella aprendió sola a leer y escribir, pero encuentra muy difícil aprender inglés, a pesar de que asistió a muchas clases después de llegar a Estados Unidos en la década de 1970, con su esposo y 10 hijos.

Su padre José Meza Gálvez fue un fuerte Cristero que escondió a muchos sacerdotes en su casa para ayudarlos a que el gobierno no los matara, ya que perseguía a todos los católicos durante la Guerra Civil que duró tres años. Más de 90 mil personas murieron, la mayoría hombres, y también perecieron muchos sacerdotes, varios de ellos fueron canonizados y beatificados por los Papas Juan Pablo II (2000) y Benedicto XVI (2005).

Durante tres días, María, sus cuatro hermanas y su madre, María Ayala, se escondieron en una cueva mientras todos los hombres en el pueblo luchaban contra el ejército del gobierno.

Ella recuerda con tristeza cuando terminó la guerra. Unos pocos días después de que terminara, un grupo de militares irrumpió en su casa y mató a su padre.

“Un disparo fue suficiente”, dice. Él tenía cerca de 40 años.

El resto de la familia sobrevivió porque el gobierno se fue detrás de los hombres, dice. “Pero ellos murieron valientemente gritando: ‘¡Viva Cristo Rey!’’¡Vivan los Cristeros!’”. Susurra orgullosamente.

Después de ese triste día, su madre aseguró que su herencia Católica permanecería viva entre sus hijos. Dos de las niñas entraron en la comunidad religiosa de la Sagrada Familia, las otras tres se casaron y pasaron su devota fe a sus hijos, junto con la historia de la guerra de los Cristeros.

“Yo he escuchado esta historia muchas veces en mi vida desde que era un muchacho pequeño”, dice Manuel, el cuarto de 14 hijos. Cuatro murieron a temprana edad.

A pesar de que la historia ha sido trasmitida a través de generaciones de sobrevivientes, no quedó en los anales de la historia mexicana. Muchos analistas presumen que esto se debe a que el presidente mexicano de ese tiempo, Plutarco Elías Calles, quien encabezó la guerra, fue uno de los fundadores del Partido Revolucionario Institucional, que gobernó el país durante las siguiente siete décadas.

Aún para Manuel, es difícil creer que los muertos fueran colgados de los postes de los caminos, bajo la mirada temerosa de los sobrevivientes. Otros fueron enterrados en fosas comunes.

“Gracias a Dios que la guerra finalmente terminó”, dice María. “Fueron tres largos años. Ellos [los soldados] quemaban las casas, violaban a muchas mujeres y trataban de destruir todas la imágenes religiosas”.

Esto es por lo que ella trata de preservar sus creencias católicas, dice.

“Yo no quiero que mi familia se cambie a otra religión. Yo respeto las creencias de otras personas, pero nosotros pasamos por mucho y yo creo que valió la pena”.

A propósito, hace 12 años que ella y su esposo compraron una casa enfrente mismo a la Iglesia de la Resurrección en el Este de Los Ángeles.

A menos que esté enferma, lo que rara vez sucede, se levanta a las 5 cada mañana y a las 6:45 está sentada en una de las bancas de la Iglesia.

Esta es su rutina de todos los días, dice, excepto los domingos, cuando asiste a la Misa de las 10:30 de la mañana junto con otros miembros de la familia. Ella tiene 60 nietos y 40 bisnietos.

“Me estoy preparando para recibir mi gloria”, comenta. Ella tiene que recibir la Comunión cada día y rezar el Rosario cada noche, antes de irse a la cama a las 9:00 p.m. en punto.

“Cuando esté enfrente de El Juez, pienso que estaré preparada”, dice orgullosamente. “Yo creo que tengo una fe sólida. A pesar de que no lo he visto, yo creo en Él. Y no me ha faltado nada; aún en los tiempos difíciles Él ha proveído”.

“Ese disparo a la cabeza de mi padre no fue en vano. La semilla que mis padres plantaron en mí no se marchitó tan fácilmente”, concluye.

LA PELÍCULA ‘FOR GREATER GLORY’ SE ESTRENA este 1 de junio. Reliquias de seis mártires de la Guerra de los Cristeros se exhiben en la capilla 5 de la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles.VN

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