Nueva York.- Los neoyorquinos no están tan conscientes del abuso de ancianos, que ocurre en cualquier comunidad, como lo está del creciente problema de violencia doméstica, alertaron las autoridades.
Los casos de maltrato de ancianos son mucho más de lo que se reportan a las autoridades, dijo a EFE Liz Loewye, subfiscal a cargo de la Unidad de Abuso de Ancianos en la fiscalía de Manhattan.
De acuerdo con Loewye, con estos casos no ocurre lo mismo que con la violencia doméstica, que tras una constante e intensa campaña en medios de comunicación se ha logrado concienciar al público sobre sus características y denunciarlo cuándo ocurren.
“Son crímenes que no se reportan, como ocurre ahora con la violencia doméstica”, argumentó la subfiscal, quien destacó que la forma más común de abuso a las personas mayores de 60 años en el estado de Nueva York es la explotación financiera.
“No es un ojo morado, rasguños o hematomas, aunque siguen ocurriendo. Eso es en lo que la gente piensa de inmediato cuando se habla de abuso. La causa principal de abuso de ancianos es la explotación financiera, como reveló un estudio realizado el año pasado en el estado”, señaló.
De acuerdo con el estudio del Departamento de Personas Mayores de Nueva York, la explotación financiera ocupó el primer lugar, seguido por la combinación de abuso físico y sexual, negligencia y abuso emocional.
“Lo sabíamos desde antes de hacerse el estudio”, dijo la funcionaria, quien agregó que en la fiscalía de Manhattan se procesan unas 700 denuncias de maltrato de ancianos cada año, la mayoría por explotación financiera.
Por esto, la fiscalía de Manhattan ha estado trabajando para educar a los ancianos, -población que en Nueva York alcanza los 1,3 millones de acuerdo con el Censo- empleados de bancos y otras instituciones financieras sobre el problema.
“Los bancos necesitan mirar las cuentas de los ancianos, si hay actividades consistentes de retiro de dinero o ancianos en sus ochenta años usando cajeros automáticos. También si les ven incómodos con la persona que les acompaña”, indicó Loewye.
Igualmente, entre las nuevas iniciativas que la fiscalía comenzará a desarrollar está el entrenamiento a empleados del programa de la ciudad que lleva comidas a los ancianos a sus hogares.
“Es muy difícil entrar a la privacidad de un hogar. Por eso se les entrenará para conocer cómo luce un anciano cuando es abusado, qué es sospechoso y si ven algo que les alarme”, explicó.
Agregó que la fiscalía trabaja también estrechamente con proveedores de salud, iglesias y organizaciones comunitarias con miras a detectar y procesar estos casos.
Destacó que cuando han tenido que remover a ancianos de sus hogares los han enviado al primer refugio para ancianos víctimas de abuso que existe en la nación, el Harry and Jeanette Weinberg Center at the Hebrew Home, ubicado en el condado de El Bronx.
La fiscal pidió a la población estar atentos a los ancianos en su comunidad y denunciar cualquier situación que les lleve a creer que están siendo abusados.
La actividad delictiva puede incluir la explotación económica por parte de cualquier persona, incluyendo parientes, ayudante doméstico, pareja o cualquier otra persona que prestar servicios profesionales al anciano, como apoderados legales y maltrato doméstico o abandono por parte de familiares.
Las personas deben estar atentas a golpes, gritos o si los ancianos están vestidos de forma inapropiada para el clima.
“A veces la persona duda en llamar a las autoridades porque no sabe si es cierto. Dice ‘a lo mejor no es nada’, tienen miedo de hacerlo. Pero deben llamar al 911 la policía o fiscalía” sobre lo que le preocupa para que se comience una investigación, reiteró.
De acuerdo con la directora del Departamento de Personas Mayores de la alcaldía de Nueva York, la mexicana Lillian Barrios-Paoli, solo 1 de cada 14 víctimas reportan los casos de abuso a las autoridades.
Este departamento trabaja directamente y a través de una red de organizaciones comunitarias en actividades de prevención para ancianos y provee consejería y apoyo a víctimas de este tipo de abuso. VN