(fOTO: La Unción de los Enfermos se encuentra entre los Sacramentos, al igual que el Bautismo y la Confirmación, durante los cuales los católicos reciben los Santos Óleos. VICTOR ALEMÁN).
El Papa envía un mensaje desde el Vaticano para aquellos que están enfermos y discapacitados, y quienes sirven a seres queridos que requieren cuidados especiales
Por ALICIA MORANDI
El Santo Padre se unió a la 25ª celebración del “Día Mundial del Enfermo” el pasado mes de febrero, que anima a los enfermos y a sus seres queridos a acudir a Santa María como alivio al sufrimiento. En el mensaje que envió dijo que esta celebración “constituye una ocasión para prestar especial atención a la situación de los enfermos y de todos los que sufren en general”.
En este día se pide la intercesión de la Santa Madre para aquellos con dolencias en el cuerpo, alma y espíritu; aquellos que están discapacitados o enfrentan enfermedades terminales.
“Deseo animarles a contemplar en Santa María, Salud de los enfermos, la garante de la ternura de Dios para todo ser humano”, dijo en su mensaje el Santo Padre.
Esta Jornada, establecida por San Juan Pablo II en 1992 y celebrada por primera vez en Lourdes, Francia, el 11 de febrero de 1993, también “es un llamado dirigido a los que se entregan en su favor, comenzando por sus familiares, profesionales de la salud y voluntarios, para que den gracias por la vocación que el Señor les ha dado de acompañar a hermanos y hermanas enfermos”, dijo el Papa.
En el Sur de California, esta Misa especial en reconocimiento al Día Mundial de los Enfermos tuvo lugar en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, y su principal celebrante fue el Obispo Auxiliar Edward Clark, de la Región Pastoral de Nuestra Señora de L.A.
Se aplicaron los Santos Óleos a enfermos, y todos aquellos que asistieron a la Misa recibieron una botella de una onza de agua bendita de la gruta de Lourdes en Francia, donde Santa Bernadette expresó haber tenido visiones de la Virgen María en 1858.
Entre la multitud de fieles en la Catedral se hallaba Ellen Harrington, quien fue a reflexionar sobre el significado de la enfermedad y el sufrimiento.
Ellen se enteró por primera vez de esta misa hace unos años a través de un miembro de la Orden de Malta, organización encargada de esta celebración. Tom Pieronek, Caballero de Malta, se acercó a ella en la Iglesia de los Mártires Americanos en Manhattan Beach, preguntándole si estaría interesada en ir con su hijo a peregrinar a Lourdes, lugar de una serie de Apariciones Marianas y milagros.
Desde el nacimiento, su hijo Evan había estado en las salas de emergencias debido a convulsiones, problemas respiratorios y bajo sistema inmunológico. También tenía discapacidades mentales. La peregrinación a Lourdes, patrocinada por la Orden de Malta en la primavera de 2015, fue un viaje espiritual, recordó Ellen. Aunque el acontecimiento se produjo apenas meses antes de que Evan falleciera repentinamente, su experiencia le ayudó a encontrar la paz después de la partida del niño.
En Lourdes, los enfermos y discapacitados pueden bañarse en las famosas aguas donde Nuestra Señora había instruido a Santa Bernadette para “beber en la primavera y lavarse en ella”.
“Aunque la gente puede sentirse intimidada de llegar a los discapacitados, es algo importante que hay que hacer”, dijo Pieronek, “sino los discapacitados y enfermos pueden quedar aislados de los demás”. VN
(Este artículo se realizó con la colaboración de Clara Fox).