Los embargos de viviendas siguen aumentando en California en una muestra de la envergadura de la crisis económica del estado, que afecta directamente a la comunidad hispana, y sin que haya signos de mejoría a corto plazo.
Las notas de atraso en pagos de hipotecas de vivienda subieron 15 por ciento en julio con respecto al mes anterior y el estado registró la segunda tasa de embargos más alta del país por tercer mes consecutivo, se informó hoy.
En California, una de cada 123 unidades de vivienda recibió un registro en algún paso el proceso de embargo en julio, cerca de tres veces el promedio nacional, de acuerdo con el informe de la empresa RealtyTrac especializada en este tipo de datos.
“A pesar de los continuos esfuerzos del Gobierno federal y estatal para configurar juntos una red de seguridad para los dueños de vivienda embargados, estamos viendo un aumento significativo tanto en las notas iniciales de atraso como en las ejecuciones bancarias”, afirmó James J. Saccacio, director ejecutivo de RealtyTrac.
Con más de 108.000 propiedades en algún paso del proceso de embargo, California estuvo durante julio al frente con el mayor número de propietarios afectados en todo el país.
José Saravia es un ejemplo de las graves dificultades que enfrentan muchas familias hispanas a raíz de la crisis económica del país.
Saravia compró una vivienda en la cercana ciudad de Carson a principio de 2005 cuando era empleado de una fábrica en Torrance, con un salario estable y beneficios laborales.
“Era la casa de nuestros sueños”, contó Sarabia. “Aunque era pequeña, de dos habitaciones y un baño, tenía un lote grande en el que pensábamos construir más adelante otra casa para alquiler”.
Durante los meses siguientes a la compra, los precios de la vivienda en el condado de Los Ángeles continuaron en aumento hasta alcanzar su máximo en junio de 2006.
Según explicó Saravia, por ser el único que trabajaba -la esposa cuida los dos hijos pequeños- tuvo que hacer un préstamo especial (“sub-prime”) con una tasa de interés más alta y ajustable a los dos años. “En realidad fueron dos préstamos porque también necesitaba para completar la cuota inicial. Pero me dijeron que no me preocupara, que la valorización de la casa lo respaldaba todo”.
Las cosas funcionaron bien hasta el reajuste de la tasa de interés a los dos años. “Cuando se hizo el ajuste el interés llegó casi al 8 por ciento con lo que el pago mensual también subió y me vi muy forzado”, relató.
“Con mucho trabajo”, Saravia logró mantener sus pagos algunos meses más hasta mediados de 2008. “Fue cuando en la empresa hicieron un recorte por baja producción y salimos como 40 personas”, cuenta el ex propietario de vivienda.
Como consecuencia perdió su casa y todo lo que había invertido en ella.
Siete áreas metropolitanas de California figuran entre las 10 más afectadas por las ejecuciones bancarias en el país. Stockon con una de cada 62 viviendas en proceso de embargo ocupa la segunda posición. Le sigue Modesto (una de cada 63), mientras Merced (una de cada 66) está el quinto lugar y Riverside-San Bernardino-Ontario (una de cada 67) en el sexto puesto.
Las áreas de Bakersfield (una de cada 76), Vallejo-Fairfield (una de cada 83) figuran en séptimo y octavo lugar mientras Sacramento-Arden-Arcade-Roseville (una de cada 105) está en el décimo lugar.
Con un índice de desempleo de 11,6 por ciento a junio de 2009, según el Departamento de Desarrollo y Empleo de California (y que sobrepasa el 15 por ciento en varios condados como Colusa o San Joaquín) la comunidad hispana se ha visto doblemente afectada.
Un informe de finales de julio del Instituto de Política Económica, calculó que el desempleo de los hispanos en California fue de 15,7, superando por primera vez al de los afroamericanos.
Y no se ven signos de mejoría a corto plazo. Del total de cerca de 63.000 notas de atraso enviadas a propietarios de vivienda en todo el país en julio, California sumó alrededor de 51.000, lo que hace prever un aumento venidero en los embargos y las reposiciones, de acuerdo con RealtyTrac. VN