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CRÍMENES DE ODIO EN LOS ANGELES MARCADOS POR RIVALIDADES ENTRE PANDILLAS

Los delitos de odio en el 2008 en el condado de Los Angeles estuvieron relacionados principalmente con las actividades de las pandillas y con la rivalidad entre afroamericanos y latinos, señaló un informe dado a conocer.

La Comisión de Relaciones Humanas del condado Los Ángeles presentó el Reporte de Crímenes de Odio 2008, que recoge información de las 47 agencias de aplicación de la ley en el condado, los distritos escolares y organizaciones comunitarias.

Según el informe, en 2008 se reportaron 729 crímenes de odio, lo que supuso una disminución del 4 por ciento con respecto al 2007, en un condado donde más del 48 por ciento es de origen latino.

“Mientras cualquier disminución es de resaltar, éste es el segundo número más grande de delitos de odio reportados desde el 2002”, destacó el informe.

En el 2007 los crímenes de odio aumentaron en 28 por ciento respecto al año anterior llegando a 763, su número más alto en cinco años.

De acuerdo con la ley de California los cargos por un delito de odio se formulan cuando hay evidencia de sesgo, odio o prejuicio basado en la raza, religión, nación de origen, inhabilidad género u orientación sexual en la Comisión de la ofensa. La evidencia del odio puede ocurrir antes, durante o después del crimen.

En el 2008 los casos de casos de odio motivados por la raza-etnia o el país de origen (delitos de odio raciales) constituyeron el 61% del total, 280 contra afroamericanos y 123 contra latinos (27%).

La tensión racial entre afroamericanos y latinos -al igual que en el 2007- se hizo manifiesta también el año pasado. En casi el 70 por ciento de los crímenes contra los negros, los sospechosos fueron latinos. En los delitos contra los latinos el 61% de los sospechosos fueron afroamericanos.

Las actividades de supremacía blanca continuaron en ascenso, siguiendo la tendencia de 2007. En los ataques contra los latinos una cuarta parte de los sospechosos fueron blancos al igual que en los ataques de odio contra los afroamericanos.

A las pandillas se les atribuye un alto número de crímenes raciales. En más del 20% de los crímenes de odio, los sospechosos fueron pandilleros y cerca del 18% de todos los delitos de odio estuvieron relacionados con las pandillas.

Los hombres – con más del 90 por ciento- conformaron una gran mayoría de los sospechosos por este tipo de delitos y uno de cada tres de ellos fue un menor de edad.

El informe destacó la necesidad de continuar trabajando en las comunidades “plagadas por crímenes de odio y marcadas racialmente por la violencia de las pandillas”.

El grupo con más víctimas ataques -37% del total de personas víctimas de un delito de odio- fueron los afroamericanos. El segundo grupo objetivo de los ataques fueron los homosexuales con más de 100 agresiones en su contra.

Cerca de 11% de otras víctimas fueron identificados como mexicanos y 5% como otros latinos.

Los asaltos simples y los asaltos agravados conformaron el 44 por ciento de los ataques mientras los casos de vandalismo constituyeron un tercio del total.

Aunque se registró una disminución de 10 por ciento en los delitos de odio contra los inmigrantes, ocho de cada 10 de estos ataques fueron de carácter violento y el 86% se realizaron contra latinos.

El área del Antelope Valley presentó el mayor índice de delitos de odio (11,8 por cada 100.000 residentes) junto con el área metropolitana de LA. (11,7 por cada 100.000 residentes). El sector del Este, con varias ciudades de mayoría latina, registró el índice más bajo (2,2 por cada 100.000 residentes ).

Para Sergio Paz, miembro de la Comisión desde mayo del 2008 y quien ha dedicado más de 16 años a rescatar a los jóvenes de las pandillas, el problema debe reencausarse por canales positivos de expresión.

“Nuestras comunidades serán mejores y más sanas en la medida en que los jóvenes encaucen sus energías hacia metas positivas. Es una cuestión de escucharlos y ofrecerles mejores oportunidades”, explicó a Efe el líder comunitario que en su adolescencia estuvo vinculado a una pandilla.

Paz estuvo de acuerdo en que el trabajo de intervención y rehabilitación frente a las pandillas “reconstruirá las comunidades promoviendo relaciones humanas positivas y motivando a la participación cívica”. VN

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