CENTENARES DE ARRESTOS EN EL “DÍA DE DESOBEDIENCIA CIVIL”

La Coalición Somos América realizó este jueves lo que calificaron como “el acto de desobediencia civil, no violento, más grande de la historia de Los Angeles” para exigir mejores salarios y beneficios para los inmigrantes que trabajan en la industria hotelera.

Miles de manifestantes participaron en la marcha que se inició a las 4.30 de la tarde frente al Hotel Hilton ubicado en el boulevard Century, muy cerca del Aeropuerto de Los Angeles (LAX).

La marcha contaba con los permisos pertinentes por parte de la ciudad y debía concluir cerca de las 6 de la tarde.

Sin embargo, pasada esa hora, unas 400 personas continuaron bloqueando la calle en señal de protesta y asumiendo, como en efecto ocurrió, las consecuencias de un arresto por parte de la policía.

Maria Elena Durazo, secretaria tesorera de la Federación del Trabajo del Condado de Los Angeles, fue una de las detenidas y dijo a Efe sentirse muy orgullosa de estar apoyando a tantos trabajadores y a tantos inmigrantes ejemplares que merecen un mejor trato de parte de sus empleadores, así como su derecho a sindicalizarse.

“En el área del Aeropuerto de Los Angeles se ubican más de 14 hoteles para los cuales trabajan unos 5 mil inmigrantes. Muchos de ellos, lamentablemente, viven en la pobreza debido a los bajos sueldos y a la falta de beneficios justos”, informó Durazo.

Agregó que durante algunos meses líderes religiosos, laborales, estudiantes y miembros de la comunidad en general “fuimos preparados con mucha responsabilidad y disciplina por un equipo de abogados que nos asesoró en todo lo relacionado con los actos de desobediencia civil”.

“No queremos afectar a nadie, pero la realidad nos está demostrando que necesitamos profundizar en nuestras acciones para exigir respeto a los inmigrantes”, acotó.

Por su parte, Paulina González, vocera del sindicato de trabajadores hoteleros Unite Here, expresó que es necesario que se reconozca la importancia del inmigrante en los Estados Unidos, país al cual entregan su trabajo y esfuerzo y muchas veces sólo reciben a cambio “sueldos de pobreza, maltrato y explotación”.

Alma Romero, quien trabaja como recamarera en el Hotel Western de LAX denunció fallas de seguridad en su trabajo.

“Muchas veces no se nos da lo necesario para poder trabajar. Usamos productos químicos que hacen daño y no nos proporcionan los equipos de protección”, aseguró.

Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), manifestó que “hoy estamos alzando nuestras voces para decir ¡basta! a la falta de humanidad de los políticos”.

“Mientras ellos siguen buscando ganancias electorales con sus políticas antiinmigrantes, nuestra gente sigue sufriendo discriminación y abuso”, afirmó.

Frente al Hotel Hilton del bolulevard Century, los organizadores del evento informaron que muchos de los hoteles ubicados cerca del aeropuerto han reportado ganancias de hasta 20.000 millones de dólares al año; sin embargo, los empleados reciben sueldos un 20 por ciento más bajos que el de los trabajadores hoteleros del área de Los Angeles.

Durante el transcurso de la marcha y acciones de desobediencia civil miembros del grupo “Minuteman” se hicieron presentes para expresar su punto de vista, pidiendo a la policía que arrestara y deportara a los manifestantes.

Tony Dolz, co-fundador del grupo antiinmigrantes dijo que las personas que trabajan para los hoteles no están legalmente en el país y que han conseguido trabajo porque muestran documentos falsos.

“Yo comprendo que los que falsifican documentos lo hacen con tan alta calidad que es difícil para los empleadores comprobar su autenticidad”, dijo Dolz.

Líderes de la Coalición dijeron que entregan su libertad a cambio de justicia. VN

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