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ARZOBISPO PIDE A OBAMA SEÑAL CLARA SOBRE INTENCIONES DE REFORMA MIGRATORIA

El cardenal Francis George, Arzobispo de Chicago, se sumó a los reclamos de una moratoria en las redadas contra inmigrantes indocumentados y la aprobación de una reforma migratoria “amplia, justa y piadosa”.

“Dicha reforma sería una señal clara de que (el presidente Barack Obama) está comprometido realmente con el cambio”, dijo George el domingo ante cientos de personas reunidas en la iglesia Nuestra Señora de la Merced, en el barrio Albany Park del oeste de Chicago.

El cardenal encabezó un foro de oraciones organizado por la arquidiócesis y varios grupos religiosos y defensores de los derechos de los indocumentados.

George se refirió a la reciente reunión del Caucus Hispano del Congreso con Obama, donde se trató el tema migratorio.

Aunque no hubo un pronunciamiento expreso favorable del presidente por la moratoria reclamada, el cardenal dijo que estaba esperanzado, porque se trata de “un asunto de conciencia”, y un paso importante hacia la creación de una sociedad más pacífica.

“No podemos fortalecer a las familias si sus integrantes viven atemorizados”, dijo.

“Este podría ser el año del fin de las redadas y de la separación de familias, el año en el que nuestros legisladores aprueben una reforma migratoria integral”, agregó.

Según los organizadores del encuentro, más de 360.000 familias fueron divididas debido a deportaciones el año pasado.

El congresista Luis Gutiérrez (D-Illinois), presente en el acto, dijo que el presidente Obama hará en breve un pronunciamiento público “sobre sus principios de una reforma migratoria integral”.

“Esperamos que apenas se inicie el proceso legislativo podamos aprobar esta ley para que el presidente la promulgue”, agregó.

En el encuentro se presentaron varios testimonios de jóvenes indocumentados que ven amenazado su futuro debido a su estatus migratorio.

La mexicana Elizabeth Rodríguez, de 18 años, dijo que aunque recibió una beca completa para estudiar en la Universidad Stanford, no podrá seguir adelante en sus estudios debido a la falta de un número de seguro social.

Dijo que junto a su familia ha esperado durante once años por la posibilidad de legalizar su estatus, y la reforma sería el único camino.

“Esto ocurre con millones de estudiantes”, agregó.

Por su parte, el inmigrante polaco Peter Derezinski, de 17 años, habló sobre la detención de su padre Andrzej en el 2006, cuando se dirigía al aeropuerto a recoger a su esposa embarazada.

Andrzej Derezinski, que vivía indocumentado en Estados Unidos desde 1990, fue deportado a Polonia “y perdió todo, su negocio, su casa y su familia. Eso no es justo”, dijo el joven.

Frente a la iglesia, y durante el acto, unos 30 manifestantes del Proyecto Minuteman de Chicago protestaron contra la inmigración ilegal.

El sábado por la noche, el congresista Gutiérrez encabezó un acto en la iglesia Monte Carmelo de la vecina ciudad de Joliet (Illinois), para escuchar el testimonio de familias inmigrantes separadas o en peligro inminente de separación por la falta de documentación.

También se expresó solidaridad con los indocumentados mediante el llenado de formularios de peticiones de un alto a las deportaciones y redadas.

La guatemalteca Jazmín Oliva, de 26 años, relató que su padre César tuvo que dejar su país 15 años atrás debido a la violencia imperante, separándose durante años de sus dos hijos.

Reencontrados finalmente en Estados Unidos, con una nueva esposa ciudadana estadounidense formó otra familia y en el 2002 pidió la residencia permanente.

Sin embargo, por haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos, César Oliva tendrá que regresar a Guatemala, solicitar un perdón y esperar diez años para que le den la residencia, dijo su hija. VN

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