ACUERDO EN EL SENADO PARA RECUPERAR EL PROYECTO DE LEY DE REFORMA MIGRATORIA

Un grupo clave de senadores de EE.UU. ha llegado a un acuerdo de principio para recuperar el proyecto de ley de reforma migratoria estancado en la Cámara Alta desde la semana pasada.

Según informaron hoy fuentes del Congreso, los senadores, tanto demócratas como republicanos, han presentado su propuesta a los líderes de sus partidos en el senado, Harry Reid (Nevada) y Mitch McConnell (Kentucky), respectivamente, que a su vez han acordado una reunión esta noche para abordar el asunto.

El anuncio se produce después de que el presidente de EEUU, George W. Bush, un firme defensor de la medida, ofreciera una importante concesión a los legisladores republicanos contrarios al proyecto de ley, al expresar hoy su apoyo a una enmienda que destinaría los ingresos de las multas por violaciones migratorias a reforzar la seguridad en las fronteras.

Al parecer, el acuerdo contempla limitar el número de enmiendas que cada partido pueda introducir al proyecto de ley, entre otras medidas.

En una reunión con un grupo de periodistas hispanos, el copresidente del Comité Nacional Republicano, senador por Florida Mel Martínez, había expresado hoy su optimismo ante la posibilidad de rescatar el proyecto de ley y someterlo a votación a finales de la semana próxima.

El acuerdo de coalición, según Martínez, es que se pueda presentar un “número razonable de enmiendas, no miles” para que el debate no se haga interminable, y que ningún partido presente alegaciones que “maten” la ley.

El proyecto de ley, fruto de un acuerdo inicial entre demócratas y republicanos moderados, había generado un acalorado debate desde su gestación.

Entre otras cosas, prevé mayores medidas de seguridad en la frontera, la creación de un programa de trabajadores temporales y una vía para la legalización de cerca de doce millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que viven en EEUU, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos.

Para sus críticos más progresistas, la iniciativa era demasiado onerosa para los inmigrantes y perjudicaba a los familiares de éstos, mientras que los sectores conservadores opinaban que la legalización equivalía a una amnistía.

El proyecto de ley encalló en el Senado hace una semana, cuando no logró recabar los sesenta votos necesarios para poner fin al debate y limitar el número de enmiendas que se pudieran introducir.

Reid ha indicado que está dispuesto a volver a introducir el proyecto de ley en la agenda del pleno del Senado siempre y cuando los republicanos le garanticen que contará con los votos necesarios para la aprobación.

Bush, que en repetidas ocasiones ha indicado que defiende la necesidad de una reforma migratoria de manera “apasionada”, ha desarrollado desde la semana pasada una intensa serie de contactos para tratar de revivir el proyecto de ley.

Si durante su estancia en Europa la semana pasada para asistir a la cumbre del G8 en Alemania conversó por teléfono con varios destacados senadores republicanos, el martes dio un paso mucho más allá al desplazarse personalmente al Capitolio.

En tan sólo la segunda ocasión en que ha ido al Congreso desde 2001, Bush participó en un almuerzo con esos senadores para tratar de persuadirles.

En su discurso de hoy, el presidente insistió en que tal y como está el sistema actual no funciona y cuando algo no funciona “uno tiene la obligación de arreglarlo”.

En una intervención ante la Asociación de Constructores en Washington, Bush indicó que respalda la llamada “enmienda Graham” al proyecto de ley, que prevé que el dinero de las multas por violaciones migratorias se destine a reforzar la seguridad fronteriza y los controles migratorios en los puestos de trabajo.

Por el momento, el Departamento del Tesoro adelantaría 4.400 millones de dólares para la seguridad fronteriza, que se recuperarían con los ingresos de las multas por violaciones migratorias.

La idea de esta propuesta es garantizar que los fondos para la seguridad en la frontera no se ven sujetos a alteraciones políticas de los presupuestos federales.

Con esta medida, aseguró el presidente, “demostraremos al pueblo estadounidense que vamos a hacer nuestro trabajo de garantizar la frontera de una vez por todas”. VN

Share