
LAS POLÍTICAS MIGRATORIAS DE TRUMP GENERAN MIEDO Y FE EN LAS MISAS EN ESPAÑOL EN EE.UU.
Imagen referencial. | Crédito: Diego G Díaz / Shutterstock.
Por AMIRA ABUZEID
Los numerosos cambios en las políticas migratorias introducidos por la administración Trump, desde su toma de posesión en enero, han provocado que, lo que algunas diócesis llaman “terror”, se apodere de los católicos hispanohablantes en Estados Unidos.
CNA —agencia en inglés de EWTN News— preguntó a las diócesis de todo el país qué efectos, si los hubiera, han tenido las nuevas políticas en la asistencia a la Misa en español. Si bien las respuestas variaron —algunas diócesis han notado descensos, mientras que otras han visto un aumento en la asistencia—, un tema fue recurrente: los inmigrantes están llenos de miedo.
“ES MÁS QUE MIEDO: ES TERROR”.
La Arquidiócesis de Atlanta no ha recopilado datos sobre la asistencia a Misa, y cualquier cambio en la participación, si lo hubiera, es “muy pequeño”, según Yolanda Muñoz, directora de ministerios hispanos y latinos de la arquidiócesis.
Muñoz declaró a CNA que, aunque la gente tiene “mucho miedo”, su “fe es fuerte y encuentran maneras de superar sus miedos”. Algunos comparten el coche con personas con estatus legal. Muchos han creado chats de WhatsApp “para informarse mutuamente si hay zonas de peligro que se deben evitar”.
Muñoz dijo que algunos sacerdotes incluso van a lugares donde “hay una gran concentración de inmigrantes, como parques de casas rodantes” para oficiar Misa.
La arquidiócesis ha realizado reuniones informativas en parroquias para educar a los inmigrantes sobre sus derechos, así como sobre cómo planificar y protegerse a sí mismos y a sus familias en caso de deportación.
Aunque la situación actual “es muy difícil y triste, debemos seguir recordando que Cristo está en la barca en medio de la tormenta”, dijo Muñoz.
El Arzobispo de San Antonio, Mons. Gustavo García-Siller, declaró a CNA que no había escuchado de los sacerdotes que la gente estuviera evitando ir a la iglesia, aunque el día que habló con CNA, el prelado comentó que acababa de escuchar de un sacerdote sobre tres familias que fueron detenidas.
Enfatizó que “el miedo está ahí. Es más que miedo: es terror”. Sin embargo, afirmó que al menos en San Antonio, la gente “confía en la Iglesia y en sus comunidades” porque tiene fe.
El arzobispo también consideró que la ciudad de San Antonio es única porque hay una mayor aceptación de los inmigrantes, debido a la integración que se ha dado durante décadas.
“En San Antonio, tenemos misas en español en casi todas las parroquias… los hispanos aquí asisten a cualquier parroquia”, afirmó.
Según el arzobispo, hasta febrero de este año, el gobierno federal había solicitado a la Iglesia en San Antonio que ayudara a los inmigrantes, y la Iglesia respondió a través de las Caridades Católicas con ayuda humanitaria, asistencia médica y legal, consejería y apoyo espiritual.
“Lo hermoso de ver en San Antonio es que estos servicios no solo los brindan profesionales, sino también personas de las parroquias, laicos, religiosos, religiosas y sacerdotes diocesanos”, afirmó.
“En los últimos meses he visto a más personas necesitadas. La gente come menos, evita acceder a la atención médica y algunos incluso evitan ir a la escuela”, añadió.
“No les preguntamos si tienen papeles o no”, continuó. “Debido a la retórica en el país, la gente está muy afectada, muy asustada. Evitamos las narrativas divisivas”.
El prelado dijo que los inmigrantes “saben que nosotros, como Iglesia, el cuerpo de Cristo, estamos con ellos”.
“MENOS PROBABILIDADES DE QUEDARSE DESPUÉS DE LA MISA”
Un portavoz de la Arquidiócesis de Las Vegas declaró a CNA que la arquidiócesis había notado una disminución en la participación en algunas parroquias hispanas, “particularmente en la asistencia a Misa y la matriculación en educación religiosa”.
“Una parroquia que normalmente recibía a unos 1.500 niños en su programa de Primera Comunión tiene cerca de 860 este año”, según la arquidiócesis. “Además, las familias parecen menos propensas a quedarse después de la Misa para actividades comunitarias y socializar”.
FELIGRESES EXPRESAN “APRENSIÓN Y TEMOR”
El secretario de Comunicaciones y Asuntos Públicos de la Arquidiócesis de Boston, Terrence Donilon, declaró a CNA que el clima de “incertidumbre” ha generado “un período estresante para las comunidades étnicas de la Mancomunidad de Massachusetts”, con parroquias reprogramando o buscando “alternativas” para los festivales de verano que se llevan a cabo para la confraternidad parroquial y la recaudación de fondos.
“Como anécdota, algunos párrocos, aunque no todos, han notado una disminución en la asistencia a Misa entre los feligreses no angloparlantes durante este período de preocupación”, dijo Donilon.
Alayna Fox, de la Diócesis de Burlington, Vermont, declaró a CNA que “si bien la Diócesis de Burlington no cuenta con una gran población de hispanohablantes nativos, se ha reportado una disminución en la asistencia a las Misas ofrecidas en español”.
La directora de Comunicaciones de la Diócesis de Manchester, New Hampshire, Tara Bishop, señaló que recientemente se había producido una disminución en la asistencia, aunque afirmó que la diócesis no podía atribuirla definitivamente a las políticas migratorias.
También explicó que muchos fieles habían expresado aprensión y temor a participar en diversos eventos parroquiales.
Sin embargo, Bishop afirmó que es común observar una disminución significativa en la asistencia a las celebraciones eucarísticas durante los meses de verano, por lo que este descenso podría ser parte de una tendencia estacional y no un resultado directo de los cambios en las políticas migratorias.
NECESIDAD DE UNA DIMENSIÓN ESPIRITUAL EN ESTOS TIEMPOS DE ESTRÉS
En consonancia con Bishop, el P. Will Banowsky, de la iglesia católica del Espíritu Santo, ubicada en el suroeste de la Arquidiócesis de Oklahoma City, afirmó que los efectos estacionales en la asistencia, y no el temor a las medidas migratorias, parecían explicar la disminución en la participación en la Misa en español durante el verano.
“Mucha gente regresó a sus países en verano o se fue de vacaciones”, afirmó. Muchos regresaron para el inicio del año escolar, añadió.
Hubo 920 personas en una Misa reciente en español en la parroquia Holy Spirit, cuya congregación es aproximadamente 50% hispana y donde el promedio es de entre 650 a 800 personas.
Banowsky declaró a CNA que las cifras de asistencia, superiores al promedio en agosto, podrían atribuirse a que las personas saben que necesitan esa “dimensión espiritual en estos momentos de estrés”.
Si bien afirmó que su parroquia y otras en la arquidiócesis no han tenido problemas con la participación, señaló que todavía hay mucho miedo entre los feligreses hispanos y que “las redes sociales no ayudan”.
“Intentamos asegurarnos de que la gente pueda encontrar un refugio aquí para sus miedos, sean cuales sean”, señaló. VN
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.
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