<!--:es-->‘THANKSGIVING’, UNA OPORTUNIDAD PARA COMPARTIR, AGRADECER Y PERDONAR<!--:-->

‘THANKSGIVING’, UNA OPORTUNIDAD PARA COMPARTIR, AGRADECER Y PERDONAR

Por LUCÍA MORALES, ‘El pavo vegetariano’, ilustración del artista salvadoreño Felipe León Escobar

Platillos sabrosos, reuniones familiares, fin de semana largo, es probablemente lo que asociamos con el Día de Acción de Gracias o Thanksgiving, que celebramos el último jueves del mes de noviembre. En realidad se trata de una festividad estadounidense que nació hace cuatro siglos y que se ha convertido en una de las más populares de Estados Unidos.

Según el psicólogo Aníbal Hayes, más que comer y beber en exceso, esta celebración tradicional es una oportunidad para compartir, perdonar y agradecer por todo lo que tenemos. “Aunque no es propiamente una fiesta religiosa, para muchos es una afirmación de su fe en Dios, y darle gracias al Creador por las bendiciones recibidas”.

“El camino que conduce al amor es el perdón y al perdonar se disuelve el resentimiento que es un veneno para nosotros mismos. También, hay que ser agradecidos. Por ejemplo, cuando se despierte en la mañana agradezca a la cama el sueño reparador que le ha brindado. Y, quédese unos diez minutos sin hacer otra cosa que agradecer todo lo bueno que hay en su vida. De esta forma se programa un poco la jornada, afirmando que todo le irá bien y que lo disfrutará. Simple, pero efectivo, ya lo verá”, concluye.

¡OJO CON EL AUMENTO DE PESO!

“Lamentablemente muchos de los platillos típicos que se saborean en el Día de Acción de Gracias, como el pavo relleno al horno, cebollas a la crema, pastel de calabaza, salsa de arándano, camotes, pastel de nuez picada, y otros, contienen grasa y calorías, ambas responsables del sobrepeso y otros problemas de salud”, dice la nutricionista Anna Bautista, con práctica en Fresno.

El pavo fue escogido por los inmigrantes ingleses para celebrar su primera cena de Acción de Gracias, y hasta la fecha es un elemento esencial en esta celebración. Sin embargo, hay que elegir uno que contenga la menor cantidad posible de grasa. “Lea bien la etiqueta, y verá que existe una gran diferencia entre uno y otro”, dice Bautista.

“Existen trucos para no atragantarse con tanta comida, como por ejemplo, tome mucha agua antes de esta cena, y sírvase porciones pequeñas”, recomienda.

Asimismo, la especialista destacó que debe tener cuidado en no contaminar la carne del pavo, durante la preparación, cocción y servida. “Es común que esta cena deje a muchos enfermos, y parte de esto se debe a una manipulación inadecuada de los alimentos, especialmente las carnes. Antes y después de prepararlas, lávese las manos con jabón líquido, al menos por 20 segundos, enjuague con agua tibia y séquelas completamente usando toallas de papel para no propagar los gérmenes”, explica.

NO INVITE AL ALCOHOL

Pero en Thanksgiving no sólo se come en exceso, también se bebe alcohol en demasía.

“Evite beber alcohol; es mejor reemplazarlo con agua fresca y jugos de frutas que son más sanos y quitan la sed y la necesidad de comer”, aconseja Bautista.

Los expertos aseguran que el alcohol tiene un efecto dañino en el cuerpo. Inicialmente produce sensaciones de relajación y alegría, pero luego puede llevar a tener visión borrosa y problemas de coordinación. “El alcohol es un depresivo; las personas que beben cantidades excesivas suelen perder la coordinación y tienen dificultades para hablar. Es probable que se sientan confundidas y desorientadas. La intoxicación puede hacer que una persona se muestre simpática o agresiva. Una mayor cantidad de alcohol provoca cambios más grandes en el cerebro y una intoxicación. Los tiempos de reacción se vuelven mucho más lentos; por eso es que se aconseja no conducir cuando uno bebe. Las personas intoxicadas llegan a pensar que se están moviendo correctamente cuando en realidad, sucede todo lo contrario”, puntualiza la nutricionista.

Tanto hombres como mujeres sufren los efectos del consumo de alcohol, aunque las mujeres son las más perjudicadas porque tienen menos agua en el cuerpo. Ellas necesitan menos cantidad de alcohol que los hombres para embriagarse.

Los estudios indican que con 0.08% de alcohol en la sangre, una persona no está en condiciones de conducir un automóvil. Para un peso aproximado de 125 libras, se logra ese porcentaje con 3 latas de cerveza de 12 onzas cada una, o con 5 onzas de vino o con 1-1/2 onzas de licor fuerte grado 80.

Es altísimo el porcentaje de accidentes provocados bajo la influencia del alcohol durante las fiestas como Thanksgiving. “Si va a celebrar con trago, por favor ponga a manejar a una persona que no haya tomado ni una gota de licor, porque en las carreteras manejan otros que tienen familias”, dice Bautista.

De acuerdo a las estadísticas de la organización MADD (Madres Contra Conductores Alcohólicos), la comunidad hispana es la número uno en accidentes de tránsito. Según la organización, entre el Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo se incrementa el número de muertes en las carreteras debido a los conductores ebrios. VN

ORÍGENES

• La primera celebración del Thanksgiving fue en 1621 en lo que actualmente constituye el estado de Massachussets.

• Esta festividad conmemora el encuentro entre inmigrantes ingleses, que posteriormente fundaron la colonia Plymouth, e indígenas nativo-americanos de la tribu Wamanoag, que les enseñaron a cultivar y sobrevivir las crudezas del clima.

• En agradecimiento, los peregrinos organizaron una comida que se convirtió en tradición, extendiéndose a través de Nueva Inglaterra y otros estados.

• Durante la Revolución Americana (1775-1783), el Congreso Continental proclamó un día nacional de Thanksgiving, en tanto que el presidente George Washington declaró otro día de Acción de Gracias en 1789, en honor a la ratificación de la Constitución de Estados Unidos.

• En 1817, el estado de Nueva York adoptó este día como festividad anual y pronto otros estados lo imitaron.

• En 1863, el presidente Abraham Lincoln proclamó el último jueves de noviembre como el Día de Acción de Gracias, con el fin de levantar la moral de los soldados que estaban peleando en la Guerra Civil.

• Después del conflicto bélico, el Congreso estableció ese día como un feriado nacional y con el tiempo se le consideró una oportunidad para introducir los valores norteamericanos en millones de inmigrantes que ingresaban al país.

• Desde que el presidente Franklin Roosevelt firmó una ley que establece el cuarto jueves de noviembre como el feriado nacional del Día de Acción de Gracias, la nación ha seguido respetando esta fecha. VN

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