SÍNTESIS SIMBÓLICA DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

SÍNTESIS SIMBÓLICA DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

Por ERNESTO VEGA

 Para entrar al campo de la interpretación simbólica de la imagen de la Virgen de Guadalupe, hay que considerar tres factores fundamentales:

FACTOR NÚMERO UNO. Uno tiene que tomar en cuenta la cosmovisión europea e indígena del siglo XVI (contexto), especialmente de los grupos participativos de este evento histórico. En este caso las cosmovisiones de los europeos de la Península Ibérica y la nación indígena llamada mexica, más comúnmente conocidos como aztecas. Aunque ellos no se llamaban aztecas sino mexicas, “dueños de sí mismos”, es decir los que se conocen bien, o tienen señorío sobre sus personas.  Los mexicas construyeron un sistema sofisticado de educación integral donde lograr la autoestima, y la humildad era lo máximo en su existir. 

FACTOR NÚMERO DOS. Uno tiene que considerar el texto de las apariciones. Es decir, el documento del Nican Mopohua, “Aquí se narra / Aquí se cuenta” – el documento que escribió Antonio Valeriano después de haber entrevistado a Juan Diego y archivado en letra latina los vocablos náhuatl que narran las apariciones.

FACTOR NÚMERO TRES. Uno tiene que analizar la imagen misma donde está plasmada la Virgen de Guadalupe. Tomando en cuenta estos factores de una manera rigurosa y disciplinada, absorbiendo los valores culturales de las dos cosmovisiones, y apoyándose de las diferentes ciencias y disciplinas podemos reconstruir una interpretación entrelazada y profunda del simbolismo en la imagen de la Virgen de Guadalupe.

El Padre José Luis Guerrero Rosado, experto guadalupano, nos invita, en su libro Flor y Canto del nacimiento de México (Editorial Autor, 1992), a considerar el contexto en el que se dio este acontecimiento de las apariciones para profundizar la tragedia que existía en el encuentro de estas dos culturas tan diferentes y opuestas. Para el católico mestizo de las Américas, la mentalidad cultural dominante es de una ideología colonizada y colonizante, donde la perspectiva que predomina en los lentes de su óptica es la europea del siglo XVI.  Esta perspectiva marcada de prejuicios fue la que dejaron como legado los conquistadores acerca de las tierras americanas, especialmente las que pudieron registrar sobre las naciones indígenas del Valle de México.  Después de la conquista, esta perspectiva europea penetró todos los sistemas operativos del nuevo orden por la influencia dominante de los conquistadores sobre los sistemas de gobierno, educativos y eclesiales. Con las investigaciones modernas de antropología, psicología, historia, arqueología y las nuevas reflexiones teológicas (Vaticano II), se puede comenzar a desmantelar el velo colonizado y colonizador que envolvía la forma de ver la imagen de la Virgen de Guadalupe. Con el apoyo de estas ciencias ya mencionadas y otras disciplinas se puede vislumbrar desde la perspectiva indígena la luz interpretativa con la que ellos leyeron la imagen y comprendieron su mensaje.  Presento aquí de una manera sintética algunos de los elementos simbólicos más significativos de la imagen de la Virgen de Guadalupe desde la perspectiva indígena, sin que ésta contradiga la cosmovisión europea cristiana. La imagen se puede leer desde cualquier ángulo, y cada parte o elemento simbólico forma parte del todo.  Cada parte o pictograma en la cosmovisión indígena tiene diferentes niveles de interpretación simbólica de acuerdo a la relación que tiene un elemento con los demás y a su valor fonético, metafísico, corporal, cósmico, social, calendárico y numérico. 

Los elementos simbólicos fundamentales aquí incluidos son: las nubes, el sol, el manto, el vestido, la luna, el ángel, el rostro, el cabello, las manos, el pendiente en su cuello, la cinta y la florecilla de cuatro pétalos. 

1.  Las nubes alrededor de la imagen, las nubes de la madrugada, la neblina, representa la presencia de Dios.  Esta doncella está envuelta de la presencia de Dios. 

2. El sol o los rayos solares o energía solar que se desprenden representa que ella mora en la “casa del sol”, en el treceavo cielo, donde mora el Altísimo.  También este símbolo es un indicativo que esta mujer se transformó en fuego por todo el servicio de buena voluntad que ejerció en la Tierra, y este sol en conjunción con sus símbolos maternales indican que ella es morada del mismo Dios que trae en su vientre, y es este Dios el centro del universo y el causante del fuego que sale de todo su cuerpo. 

3.  El manto azul-turquesa representa su rango como Huey Tlatoani, como Madre-Jefa, como representante nuestra ante Dios.  Ella trae el rango de autoridad, como también el rango Quetzalcoatl, mujer de alta sabiduría.  Esta manta azul-turquesa eran otorgadas solamente a las personas que el pueblo había elegido por su humildad, servicio, sabiduría y honestidad.  Ella no se vistió así, la comunidad, o alguien de alto rango de sabiduría le otorga ese cargo por los méritos de su trabajo y servicio.  Por eso al venir portando tal manta, muestra que tiene un alto rango ante el pueblo y ante Dios, el centro del universo. 

4.  El vestido rosado en su vestimenta representa el color de la madre tierra.  Para el pensamiento indígena, esto indica el gran amor y ternura que esta mujer tiene para todos, pues la tierra se da para todo humano que camina sobre la tierra y se sustenta de ella.  Desde esta perspectiva simbólica, la Guadalupana es una Madre Compasiva que no distingue ni discrimina a sus hijos e hijas. 

5.  La luna representa no sólo el triunfo de la vida consciente (estar en el sol) sobre la vida inconsciente (la oscuridad de la noche), es decir Guadalupe posee el dominio consciente de toda su persona. Por lo tanto en Dios, ella todo lo ve y lo sabe dentro de ella y fuera de ella, intrasíquica y cósmicamente.  Ella está pisando sobre el centro de la luna, significando para los indígenas que Ella llegó a México Tenochtitlan.  La palabra México viene de la composición de vocablos náhuatl: a) meztli = luna, b) xictli = ombligo / centro, c) co = locación en.  Por lo tanto, la Virgen de Guadalupe de pie sobre el centro de la luna indica que llegó a México.

  6. El ángel visto desde la perspectiva indígena no sería un ángel, sino más bien un caballero águila servidor de la doncella que sostiene.  Ella es llevada, asunta, cargada.  También esto simboliza que no es diosa.  El ropón rojo que porta así como las alas que lleva son indicativos de su rango de guerrero águila.  El también mora en la casa del sol.  Al mostrar su oreja y frente en una manera de inclinación representa que este guerrero inteligentemente escucha el mensaje que viene del cielo y la lleva a la tierra, pues con una mano toma el manto y con la otra el vestido representando a la tierra.  Este guerrero simboliza a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, “el que habla como águila”. 

7.  El rostro mestizo que tiene la bella doncella del Cielo, la Virgen de Guadalupe, representa la mezcla de todas las razas, y como Madre está indicando que es la madre de todos: de los indígenas, negros, orientales, del medio oriente, europeos; y lo dice en su mensaje, que vino para “todos los moradores de estas tierras y los diferentes estirpes de seres humanos”. 

8. El cabello de la doncella sencillamente partido en dos y cayendo sobre los lados representa que ella es virgen, no está “amarrada” como decían los indígenas; ella es soltera, por lo tanto es una virgen. 

9.  Las manos unidas sobre su pecho representan la protección maternal de Santa María de Guadalupe que como una madre cubre a toda la persona (al corazón símbolo de la persona).  Ella nos lleva impregnados en su corazón y nos protege del mal. 

10.  El pendiente en su cuello tiene diseñado una cruz, el cruce de los cuatro rumbos, símbolo del equilibrio y de la centralidad en Dios.  Ella pues al portar ese pendiente indica que la vibración de su palabra está equilibrada en Dios, es honesta, sincera y está equilibrada en su hablar, por lo tanto lo que te dice tiene mucho sentido, poder y autoridad en Dios. 

11.  La cinta negra en su cintura partida en dos y cayendo sobre su vientre indican que esta joven está embarazada, está en cinta.  Exactamente abajo de la cinta que se parte en dos está una florecilla de cuatro pétalos. 

12.  La florecilla de cuatro pétalos representa al símbolo del Nahui Ollin (Nahui = cuatro, Ollin = movimiento: El movedor de los cuatro rumbos y los cuatro elementos a través del tiempo), el símbolo de Dios.  Dios dueño de los cuatro rumbos del universo: este, oeste, norte y sur; dueño de los cuatro elementos del universo: fuego, tierra, agua, y viento.  Dios es el centro y dueño de todo cuanto existe, de las personas y la creación, del hombre y la mujer, del consciente y del inconsciente, del mundo material y espiritual.  Ella es la Madre de este Dios que se ha encarnado en su vientre.

Podemos notar por lo tanto, que esta interpretación simbólica está empapada de contenido, y aun así, esta interpretación es a grandes rasgos.  También podemos ver desde el ángulo indígena que Santa María de Guadalupe es una inmaculada (vive con el Sol), es virgen (su peinado), es madre (su cinta sobre su vientre y sobre el vestido el símbolo del Nahui Ollin), y es cargada al cielo (asunta), por lo tanto estos elementos nos muestran que los indígenas podían contemplar los dogmas marianos al interpretar la imagen.  Ella es una Madre que con amor nos protege y ama a toda la humanidad como a sus hijos e hijas.  Esta imagen es cristocéntrica pues en el centro simbólico, estético, artístico se encuentra el Jesucristo, su Hijo, el centro de cosmos espiritual y material.  VN

Enesto J. Vega es coordinador del Ministerio Hispano en la Formación de Fe para Adultos de la Oficina de Educación Religiosa de la Arquidiócesis de Los Ángeles.

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