SIETE NUEVOS SACERDOTES PARA LA ARQUIDIÓCESIS ANGELINA

(fOTO: Los recientemente ordenados sacerdotes Juan Martín Barajas, José Castañeda, Martín González, Joseph Choi, Ronald L. Clark, Timothy R. Grumbach y Robert Waldeck McGowan. / VICTOR ALEMÁN).

‘Entréguense a su gente, predicando, enseñando y sanando’

Por ALICIA MORANDI

Como cada año en vísperas del verano, la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles ha sido escenario de un evento trascendental para el pueblo católico: la ordenación de nuevos sacerdotes. El pasado mes de junio el Arzobispo José H. Gomez ordenó a siete religiosos para la Arquidiócesis de Los Ángeles.

Alrededor de 3,500 personas llenaron el recinto para participar de la Misa de ordenación que constituye una ceremonia sacramental en la cual un hombre se vuelve sacerdote, y entonces se le concede la misión de servir a la comunidad religiosa en representación de Cristo y de la Iglesia.

Este 2017 los varones que entraron al sacerdocio -cuyas edades oscilan entre los 26 y 56 años- han sido Juan Barajas, José G. Castañeda, Joseph Choi, Ron Clark, Martin González, Timothy Grumbach y Robert McGowan.

Todos ellos completaron exitosamente su formación teológica en el St. John’s Seminary en Camarillo, la cual incluyó servir como diáconos transitorios y un año de práctica en parroquias de la Arquidiócesis angelina. Ellos comenzaron sus tareas sacerdotales el primero de julio.

El sonido del órgano, piano y flauta, junto al coro de alrededor de 45 integrantes, crearon en la catedral un ambiente espiritual y solemne donde se respiraba paz.

Esta ceremonia está constituida de varios rituales de gran significado e historia, como la “Postración”. Los ordenados yacen boca abajo ante el altar, simbolizando su dependencia a Dios y a las oraciones de la comunidad cristiana.

El rito esencial del Sacramento tiene lugar durante la Colocación de las Manos y la Oración de Consagración, una antiquísima tradición que menciona la Biblia.

“¡Hoy es un gran día de júbilo para toda la familia de Dios en la Arquidiócesis de Los Ángeles! ¡Hoy Dios ungirá y consagrará a nuestros diáconos para que sean sus sacerdotes!’, dijo el Arzobispo Gomez, y luego se dirigió directamente a los nuevos sacerdotes destacando su función. “Mis queridos hermanos, hoy reciben Su consagración. Jesús los envía al mundo a cumplir su misión”.

El Arzobispo dijo que ser sacerdote significa “estar para Jesús” y “estar para los demás”, y añadió que ésta es “una hermosa manera de pasar la vida – amando a Dios y ayudando a la gente a crecer en santidad y amor”.

Y continuó diciéndoles que a pesar de sus debilidades, Jesús los eligió para tener esta gran responsabilidad con su pueblo. “Sean la visible señal de su presencia y el poder de su palabra”.

Dirigiéndose a los atentos nuevos sacerdotes, el Arzobispo enfatizó: “Entréguense a su gente, predicando, enseñando y sanando. Ofrezcan sus sacrificios y sufrimientos por ellos. Y cuando ofrezcan el sacrificio de la Eucaristía -recuerden que traen el Cuerpo y la Sangre de Cristo a la vida de su pueblo”.

Agregó que un sacerdote siempre debe abrir su corazón y escuchar a las almas. “Él tiene que descubrir dónde están las personas y de dónde vienen… Serán padres espirituales para el pueblo de Dios. ¡Sean siempre misericordiosos como el Padre es misericordioso! Sean Jesús para el pueblo de Dios, cuando se arrodillen delante de ustedes y hagan sus humildes confesiones o pidan una bendición”.

También les pidió que tomaran a Jesús como su propio modelo y amigo.

Al concluir la Misa, los nuevos sacerdotes ofrecieron sus primeras bendiciones públicas en la Plaza de la Catedral acompañados de familiares, amigos, miembros de sus comunidades parroquiales, pastores y otros religiosos que los guiaron en su trayectoria hacia el sacerdocio.

Respetuosamente los presentes salieron a la Plaza de la Catedral y se dividieron en filas en el espacio asignado para cada uno de los recién ordenados.

Bajo un toldo con el rótulo: “Fr. Juan Barajas”, y primero en la fila, aguardaba Demecio Santana, de la Iglesia Santa Elena en South Gate. “Hemos caminado con él [padre Barajas] en todas las etapas por 8 años, desde que llegó a la parroquia, cuando estuvo en la universidad, cuando llegó al seminario… Para nosotros es una gran alegría porque es el segundo sacerdote que sale de nuestra parroquia”, y agregó que el Padre Juan “tiene un buen corazón; es amable y respetuoso y siempre está atento a ayudar. Va a dar muchos frutos para la Iglesia entera”.
Para acompañar y apoyar a José G. Castañeda, otro de los ordenados, llegaron sus familiares desde Fresno, Oregón, Nevada y México. Coincidieron en que el sacerdote va a lograr un gran impacto en la comunidad católica. “Tiene mucha humildad; el Señor ha dejado en él una huella profunda desde que era muy pequeño”, dijo conmovida su prima Rose. José Castañeda es el primer sacerdote en la familia.

En tanto que la Madre superiora Leticia Gómez -representante de las Hermanas de Betania, y que ha sido monja por 43 años- se había sentado a la sombra esperando que saliera el nuevo Padre Joseph Choi para que le diera su bendición. Junto a ella también lo aguardaban otras seis religiosas de esta congregación.

El padre Choi, de 26 años, es el más joven del grupo de los recién ordenados.
“Lo conocemos de la Iglesia de Cristo Rey desde que era monaguillo. Pienso que como es joven va ayudar a la juventud y apoyar espiritualmente y con energía a todos los feligreses. Es muy emocionante ver la entrega que ellos [ordenados] tienen para toda su vida. Pido que el Señor les de la perseverancia”, dijo la religiosa.

En el ambiente todavía resonaban las palabras que el Arzobispo Gomez pronunció al ir finalizando la misa: “Los sacerdotes son el fruto de la familia de Dios, así que sigamos orando por las vocaciones y sigamos apoyando a nuestros sacerdotes”. VN

LOS NUEVOS SACERDOTES PARA LA ARQUIDIÓCESIS

• PADRE JUAN BARAJAS, de 52 años, de South Gate. “Como sacerdote me veo haciendo la voluntad del Señor; cumpliendo el plan que Él ha preparado para mí; sirviendo a la Iglesia y a mis hermanas y hermanos dondequiera que estén”.
Parroquia: St. Helen, South Gate

• PADRE JOSÉ G. CASTAÑEDA, de 43 años, de Nayarit, México. “Espero agradar a Dios en todo lo que me confía, para servir a su Iglesia peregrina y trabajar por la salvación de las almas”.
Parroquia: Our Lady of Perpetual Help, Los Nietos

• Padre Joseph Choi, de 26 años, de Los Ángeles. “Estoy ansioso de acompañar y servir al pueblo de Dios, ayudémonos unos a otros a estar más cerca de Cristo”.
Parroquia: Christ the King, Los Ángeles

• PADRE RON CLARK, de 56 años, de Azusa. “Como un ser humano que en el pasado perdí de vista a Cristo, estoy colmado del amor y la misericordia que nuestro Señor me ha concedido. Lo que más deseo es dejar que Dios trabaje a través de mí, para poder ser instrumento de ese mismo amor y misericordia para los demás”.
Parroquia: Immaculate Conception, Monrovia

• PADRE MARTÍN GONZÁLEZ, de 30 años, de La Mirada. “Deseo celebrar la misa y los sacramentos con el pueblo de Dios. Estudiamos en un seminario, pero realmente nos convertimos en sacerdotes en nuestra ordenación y ejercitando nuestro sacerdocio con el pueblo de Dios”.
Parroquia: St. Paul of the Cross, La Mirada

• PADRE TIMOTHY GRUMBACH, de 32 años, de Pacific Palisades. “Espero aprender a ser más amoroso y comprensivo en mi sacerdocio mientras camine con la gente en algunos de esos momentos en que parece que Dios se ha alejado. Puede ser uno de esos momentos en los que buscamos donde Dios ha estado esperándonos todo el tiempo”.
Parroquia: St. Monica Church, Santa Mónica

• PADRE ROBERT MCGOWAN, de 35 años, de Redondo Beach. “Espero ser un instrumento del amor infinito de Dios, de la compasión y de la misericordia divina a través de la celebración de los sacramentos, especialmente la celebración de la Misa y el sacramento de la reconciliación”.
Parroquia: Holy Innocents, Long Beach

MÁS INFORMACIÓN PARA INTERESADOS EN EL SACERDOCIO: lavocations.org

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