RETRASO DEL CONGRESO AMENAZA A MILES DE EMPRESA Y A TRABAJADORES TEMPORALES

El retraso del Congreso para renovar el programa de visas para trabajadores temporales podría privar de la mano de obra en verano a numerosas empresas de todo el país, tanto en la industria del turismo como en el sector de servicios.

Pese a que la semana pasada el subcomité de inmigración de la Cámara de Representantes tuvo una audiencia sobre el tema, todavía no se ha establecido una fecha para votar sobre el mismo.

En 2005, el Congreso aprobó una ley que decía que los trabajadores que hubiesen recibido la visa H2-B podrían regresar a EEUU sin que su presencia se contase como parte del límite máximo de 66.000 visas de este tipo otorgadas cada año, según lo establecido desde 2004.

Esa misma ley de 2005 dividió en dos grupos de 33.000 visas cada uno, uno para el verano y otro para el invierno, el total de visas H2-B a repartir.

Se esperaba que el Congreso renovase la llamada “excepción del 2005” en otoño del año pasado, pero no fue así. Y a principios de 2008 el Gobierno federal informó que ya se había llegado al límite máximo anual permitido para las visas H2-B.

Por eso, empresarios, políticos y dirigentes comunitarios temen que las industrias que dependen de trabajadores temporales, como los centros de esquí, las granjas o los compañías de jardinería, quizá no cuenten con suficiente personal durante el próximo verano.

Ante este panorama legisladores estatales como la representante republicana Marsha Looper y el senador demócrata Abel Tapia de Colorado presentaron un proyecto de ley para pedir que el Gobierno federal delegue en el gobierno del estado algunas de las responsabilidades con respecto a visas para trabajadores temporales.

Looper y Tapia afirman que su proyecto es “un esfuerzo para salvar la agricultura de Colorado y otras industrias de un daño aún mayor por falta de mano de obra”. La iniciativa, dijeron, no es ni amnistía, ni “un camino a la ciudadanía”, ni “una puerta abierta a los indocumentados”.

Sin embargo, la propuesta aún no ha sido aprobada, debido precisamente a que el debate se enfocó en las implicaciones migratorias de este proyecto, especialmente en cuando a la verificación de la identidad de los trabajadores temporales.

Looper estima que, aunque el Legislativo de Colorado aceptase su medida, en el mejor de los casos sólo llegarían mil trabajadores extranjeros, la décima parte de los que se necesitan para el verano. Y el problema podría continuar en el invierno, lo que afectaría los centros de esquí en las Montañas Rocosas.

En Massachusetts, la empresa Nantucket Island Resorts (NIR), dueña de hoteles y comercios en la isla Nantucket, cuenta en la actualidad con menos de la mitad de los 180 trabajadores temporales que necesita, indicó recientemente Khaled Hashem, director de administración de NIR.

Para llenar las vacantes laborales, Hashem dijo que NIR reclutará personal en el Caribe y que trabajará con estudiantes universitarios. Pero eso significará un costo extra para su empresa, ya que se deberán destinar fondos a la capacitación de empleados sin experiencia previa, en vez de contratar a quienes ya estuvieron realizando esos trabajos en años anteriores.

En Hampton, Virginia, la empresa Graham and Rollins, distribuidora de mariscos, sólo cuenta con 11 de los 100 obreros extranjeros que generalmente contrata. Otra empresa de mariscos, Pamlico Packing Co., de Vandemere, Carolina del Norte, necesita las visas H2-B para tener a los casi 40 obreros experimentados que necesita en su planta procesadora.

Century House, un hotel en Nueva York y en Boston, no consiguió suficiente personal de limpieza y deberá postergar el inicio de su temporada de verano hasta finales de mayo, en vez comenzar la semana pasada como tenía previsto.

Si los trabajadores extranjeros no llegan, las empresas deberán pagar salarios más altos u horas extras a los empleados que ya tengan, lo que incrementará el costo de operaciones y, por lo tanto, aumentará el precio de los productos o servicios para los clientes y consumidores, según Mark Forest, portavoz del congresista William Delahunt (demócrata de Massachusetts).

Para Forest, la otra opción es que, por falta de personal, las empresas disminuyan las horas de servicios, aunque esa situación les genere menos ingresos.

Debido a que el Caucus Hispano del Congreso insiste en que el programa de visas H2-B es inseparable de la reforma migratoria, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara Baja de EEUU, no ha convocado a un voto a favor de restaurar los niveles anteriores de estas visas.

Otro proyecto sobre el tema, impulsado por el representante Bart Stupak, demócrata de Michigan, hace casi un año que está en comité. VN

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