RENACEN CON FUERZA LAS ESPERANZAS DE UNA REFORMA DE INMIGRACIÓN EN EL 2007

Las posibilidades de una reforma de inmigración para el 2007 cobraron fuerza esta semana con el anuncio de la mayoría demócrata del Congreso sobre que el tema es una prioridad en su agenda de los primeros meses del año.

Algunos representantes demócratas han ido más allá en su optimismo, como el legislador Raúl Grijalva, de Arizona, quien dijo que la “necesaria reforma” es el punto número 9 en el programa que su partido pretende cumplir en los primeros cien días del nuevo Congreso.

Grijalva afirmó que la base de la futura reforma será el proyecto que desde finales de diciembre de 2006 afinan el senador de su partido Edward Kennedy, y su colega republicano John McCain.

Fuentes cercanas a los preparativos de la iniciativa de ambos senadores dijeron que la misma contempla la legalización de una buena parte de los 12 millones de indocumentados que se calcula viven en EEUU.

También aseguraron que el proyecto negará fondos para la construcción de un muro doble de 1.226 kilómetros en la frontera con México aprobada por la Cámara Baja y el Senado el año pasado.

Para esta obra, que tendría un costo superior a los 3 mil millones de dólares, sólo se cuenta con 1.200 millones.

Otro de sus correligionarios, el senador Bob Menéndez, de Nueva Jersey, declaró que espera que el proyecto de reforma sea debatido “entre los próximos seis o siete meses”.

Así que, hay esperanzas, según otros miembros de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes y el Senado.

Las coaliciones de grupos a favor de una reforma justa sostienen que su aprobación se hace impostergable, teniendo en consideración que muchos gobiernos estatales y locales de EEUU están adoptando una variedad de medidas anti-inmigrantes.

Entre las iniciativas, especialmente contra los extranjeros indocumentados, existen las que prohíben que se alquilen viviendas a estas personas y se les niegue la prestación de servicios de salud.

Además, están otras acciones que ponen obstáculos a la educación de los hijos de estos inmigrantes y las que otorgan facultades migratorias a agencias de policía locales.

En medio de este panorama, también tienen vigencia leyes que endurecen el control y la vigilancia de la frontera y que incluyen la construcción de muros en determinados puntos de la línea divisoria con México para atajar el imparable flujo de indocumentados.

Grupos de defensa de los inmigrantes han reiterado la necesidad de que se sustituya pronto el deteriorado sistema actual de inmigración por otro moderno, funcional, humano, que solucione de una vez por todas el problema de los millones de indocumentados que viven en EEUU.

La Cámara de Comercio, que con sus tres millones de miembros es la federación empresarial más grande del mundo, se comprometió la semana pasada a usar su influencia para promover una reforma que incluya un programa de trabajadores temporales.

La reforma “va a ser aprobada porque la escasez de trabajadores está llegando a un punto crítico”, dijo Thomas Donohue, presidente de la organización, en una rueda de prensa.

Donohue advirtió de que EEUU necesita a los inmigrantes para pagar por las pensiones de los 77 millones de personas nacidas en la posguerra, que ya han comenzado a jubilarse.

El martes pasado, cientos de organizaciones de todo el país pidieron a la nueva mayoría demócrata en el Congreso que apruebe una “reforma verdaderamente justa y humana” de las leyes de inmigración.

A finales de 2005, la cámara baja, con mayoría republicana, aprobó un proyecto de reforma de las leyes de inmigración que aumentaba las penas por la contratación de indocumentados, aceleraba los trámites de deportación y disponía la construcción de más vallas en la frontera de EEUU con México.

Para los demócratas, es necesario desechar estas medidas y dar paso a otras que, sin afectar la seguridad nacional, aporten soluciones a los problemas de la inmigración en general.

El propio presidente George W. Bush dejó claro en diciembre pasado que el sistema migratorio estadounidense lleva al tratamiento “inhumano” de los extranjeros y pidió que se apruebe en 2007 una reforma que abra una vía para la regularización. VN

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