PARA CRECER EN NUESTRO CONOCIMIENTO DE JESÚS

Por Monseñor JOSÉ H. GOMEZ, Arzobispo de Los Ángeles

Debemos hacer de este Año de la Fe, un tiempo de crecimiento espiritual y renovación.

Nuestra vida de fe necesita ser renovada todo el tiempo, porque es una relación.

Las relaciones son cosas vivas. Y al igual que todas las cosas vivas, nuestras relaciones si no se mantienen creciendo y fortaleciéndose, se debilitarán y se irán marchitando.

Nuestra amistad con Jesucristo requiere compromiso y mucho trabajo – igual que nuestras relaciones humanas con nuestros amigos, esposas, padres o hijos.

Debemos siempre estar haciendo tiempo para estar con Jesús. Debemos siempre estar tratando de conocerlo cada vez – sus actitudes y hábitos; sus pensamientos y deseos. Demos siempre estar tratando de compartir más de nosotros mismos con Él, abriendo nuestros corazones a Él con toda honestidad y amor.

Esto es lo que quiero decir cuando hablo de hacer de la educación en la fe una prioridad en nuestras vidas y en nuestros ministerios pastorales.

¡Conocer a Jesucristo! Para entrar en una relación cada vez más profunda con Él. Vivir más y más desde el fondo de esta relación – caminando y siguiéndole en cada aspecto de nuestras vidas.

Esas son las verdaderas metas de la educación en la fe.

Entonces, ¿cómo hacemos eso?

Al comienzo de este año de la renovación, quiero animarles a ustedes a redescubrir la belleza de la lectura de los Evangelios.

Cuando leemos los Evangelios, entramos en la vida de Jesucristo. Lo seguimos mientras va de pueblo en pueblo, haciendo su camino lentamente desde Belén y Nazaret, a Jerusalén y el Calvario.

Cuando leemos los Evangelios, escuchamos las palabras de Jesús al igual que lo hicieron sus primeros discípulos. Con ellos, somos testigos del drama de su misión conforme se desenvuelve – sus milagros, las enseñanzas y los hechos; las crecientes tensiones y conflictos con aquellos que no lo entienden o no lo aceptan.

Nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI nos ha urgido a cada uno de nosotros a volver a redescubrir los antiguos métodos de la Iglesia de la lectio divina, o lectura sagrada.

Lectio divina significa lectura que se inicia en la oración y la lleva a la oración.

Así es como tenemos que leer los Evangelios. No como estudiantes juntando información para prepararse para un examen. Sino como amigos que queremos saber todo lo que podamos conocer de Aquel al que amamos – los detalles de su vida; lo que Él está diciendo, pensando y sintiendo.

Escuchando sus palabras, siguiendo sus pasos, permaneciendo con Él, orando con Él, llegamos a una relación personal más profunda y a un amor más profundo. Cada vez más nos encontramos a nosotros mismos pensando con la mente de Cristo y amando con el corazón de Cristo.

En esta Año de la Fe, tenemos que aprender a amar las Sagradas Escrituras, especialmente los Evangelios. Tenemos que leerlos, no como palabras muertas del pasado, sino como una Palabra hablando con cada uno de nosotros, personalmente en el presente.

Comencemos en este Año de la Fe un nuevo compromiso con nuestra relación con Jesucristo. Expresemos ese compromiso tratando de leer un capítulo del Evangelio al día, todos los días.

Tenemos que leer con oración y fe, guiados por el espíritu y la tradición de la Iglesia, de la liturgia y las creencias. Hay que leer siempre recordando que estas escenas del Evangelio narran la historia de gente real como nosotros. A medida leemos, tenemos que tratar de “entrar en” las mentes y los corazones de los personajes en el texto. Tenemos que imaginar cómo se sintieron ellos y qué estaban pensando. Tenemos que dejar que las palabras y los acontecimientos en las páginas sagradas nos toquen personalmente.

La lectura de esta manera es transformadora. Nos va a cambiar.

Para aprender a leer de esta manera, ayuda a leer también comentarios que buscan rastrear la vida de Jesucristo y pone en evidencia la dimensión espiritual de los textos del Evangelio.

Algunos de mis favoritos (libros) son los clásicos: Frank Sheed “To Know Christ Jesús”; Monseñor Romano Guardini “The Lord”; “The life of Jesús Christ” de Franz Michel Willam; y “The Public Life of Our Lord Jesús Christ” por el Padre Alban Goodier, S.J.

También recomiendo ampliamente “Jesus of Nazareth” del Papa Benedicto XVI. Él ya ha publicado dos volúmenes – el primero sobre la vida pública de Jesús, y el segundo sobre Su Pasión, Muerte y Resurrección. El tercer y último volumen que es sobre la infancia y los primeros años de vida de Jesús, se publicará a principios de diciembre.

En nuestro sitio del Internet Año de la Fe (http://archla.org/newworld) voy añadir algunos enlaces en los próximos días sobre recursos acerca de la lectio divina, y fuentes para leer los Evangelios con fe. Estaremos ofreciendo más recursos para crecer en nuestro conocimiento de la fe en nuestros periódicos y medios de comunicación en las próximas semanas.

Mantengámonos unos con otros en oración.

Tratemos de llevar a Jesucristo más cerca en todo lo que hagamos esta semana.

Y pidamos a Nuestra Señora de los Ángeles que nos ayude a llevar a cabo una renovación de nuestro amor por Jesús en este Año de la Fe.

Si desea seguir al Arzobispo Gomez en su sitio de la red social de Facebook, conéctese a: www.facebook.com/ArchbishopGomez

Share