MONSEÑOS GOMEZ: LA MADRE TERESA NOS ENSEÑÓ A VER EL MUNDO CON LOS OJOS DE CRISTO

LOS ÁNGELES, 05 Sep. (ACI).- En la Misa que celebró por lacanonización de Santa Teresa de Calcuta, el 4 de septiembre, el Arzobispo de Los Ángeles en Estados Unidos, Monseñor José Gomez, destacó que la Madre Teresa “nos enseñó a ver el mundo a través de los ojos misericordiosos de Jesucristo”.

Santa Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad, fue canonizada por el Papa Francisco el 4 de septiembre en el Vaticano, ante 120 mil asistentes en la Plaza de San Pedro.
Horas más tarde, en la Catedral de Los Ángeles, Estados Unidos, Monseñor Gomez presidió la Misa especial junto al P. Robert Fulton, ex Hermano de las Misioneras de la Caridad, quien trabajó junto a la Madre Teresa en la India y en Los Ángeles.

El Arzobispo de Los Ángeles también dedicó una capilla en honor a la Madre Teresa, que contiene una reliquia de primer grado de la santa, que consisten en trozos de su cabello unidos en forma de cruz, así como fotos y memorias de sus visitas a la arquidiócesis estadounidense en 1970, 1989 y 1991.

“La Madre Teresa vino a mostrarnos el camino”, dijo el Arzobispo, señalando que “así como el Papa Francisco, ella nos dice que debemos seguir a Jesús a las ‘periferias’, a los márgenes de la sociedad, donde encontramos al pobre y al prisionero, al inmigrante y al refugiado, al enfermo y al solitario”.

En la ceremonia estuvo presente la Hermana Mariosa, superiora de la casa de las Misioneras de la Caridad en la ciudad de Lynwood, California. “La Madre Teresa solía decir ‘obras de amor son obras de paz’”, recordó.

“En nuestros humildes pequeños actos de amor, nuestros hermanos y hermanas pobres, enfermos, sufrientes, experimentan el tierno amor de Dios y su preocupación por ellos, y se vuelven a Dios en gratitud y amor, y reciben Su paz”, dijo.

Por su parte el Hermano Bob Theis, superior de la casa de los Hermanos de las Misioneras de la Caridad en Los Ángeles fundada por la Madre Teresa en la década de 1970 para asistir principalmente a hombres jóvenes sin techo, indicó que “sus conferencias eran siempre interesantes, agradables de escuchar, muy enraizadas en los evangelios y siempre inspiradoras. Su experiencia como maestra era claramente evidente”.

“Ella veía a la gente casi como Dios lo hace, quien nos ama a todos igualmente como amados hijos e hijas”, señaló. VN