LA VIOLENCIA DENTRO DEL HOGAR LASTIMA A TODA LA COMUNIDAD

LA VIOLENCIA DENTRO DEL HOGAR LASTIMA A TODA LA COMUNIDAD

Casos como la tragedia en una escuela de San Bernardino prueba que se propaga mucho más allá de la pareja

Por ALICIA MORANDI

“A veces pensamos que la violencia doméstica involucra a la pareja, sin embargo, puede trascender a la comunidad”, dice la doctora Ana Nogales -directora clínica y fundadora de la organización Casa de la Familia -, al referirse a la tragedia que hace poco se vivió en una escuela de San Bernardino. Cedric Anderson disparó contra su esposa -una maestra de niños especiales- cuando ella enseñaba en el salón de clases.

Karen Elaine Smith, el agresor y un alumno de 8 años resultaron muertos. El hombre tenía antecedentes de violencia doméstica.

“En este caso, somos testigos de una situación que confirma que no solamente se trata de un altercado entre dos, sino que puede dañar a niños inocentes. Necesitamos estar alerta, y no tolerar abuso en casa ni en la comunidad”, agrega Nogales, también autora de varios libros sobre el tema.

La violencia doméstica es la causa principal de heridas y muerte entre las mujeres, más que los accidentes automovilísticos, atracos y violaciones combinados. Cada 9 segundos atacan a una mujer en este país, dice el Departamento de Justicia de Estados Unidos.Y esta grave situación es mundial.

“De acuerdo a las Naciones Unidas, de los homicidios registrados dentro del ámbito familiar, el 79% de las víctimas son mujeres, es decir, son ellas las que están en mayor riesgo en su casa”, dice la socióloga Silvia Santos que trabaja en el Instituto de Seguridad Social en Uruguay, y realiza investigaciones de género y violencia doméstica en Latinoamérica.

“El abuso doméstico está basado en violencia de género, al igual que otros tipos de violencia que afectan a las mujeres. Como por ejemplo el acoso callejero o en el empleo son comportamientos que la sociedad va dejando pasar, pero quien acosa se acostumbra a ver a las mujeres como objetos que pueden ser de su propiedad y hacer lo que quiera con ellas. Son aspectos que contribuyen a un trato degradante o discriminatorio, que quitan libertad en mayor o menor medida”, dice Santos.

La socióloga agrega que en casos de violencia doméstica resulta dificultoso intervenir porque ésta ocurre en la intimidad del hogar, en un espacio regido por normas de respeto a la privacidad de la vida familiar. A su vez la convivencia entre la víctima y el agresor los vincula no sólo sentimentalmente, sino económica y legalmente.

¿ESTÁ EN UNA RELACIÓN DE ABUSO?

Lo primero para terminar con esta lamentable situación es aceptar que es víctima de violencia, indica Nogales. “Muchas suponen que si su pareja les ha pegado sólo unas pocas veces, o si acostumbra amenazarlas pero no abusa físicamente, ésta no es una relación abusiva. Ninguna de estas suposiciones es correcta”.

Al respecto, la psicóloga jubilada Margaret Smith, que por más de 30 años atendió en New Jersey a sobrevivientes, dice que la violencia doméstica no se trata sólo de insultos, golpes, empujones, jalones de pelo. “También es violencia doméstica obligar a tener relaciones sexuales; mantener el control del dinero del hogar; prohibirle que vaya a la escuela, trabajo o a visitar familiares y amistades. Y esto podría dañar el bienestar de todos los miembros de la familia”.

Smith comenta que por lo regular el ofensor empieza aislando a su pareja, la manipula y luego viene el abuso físico, cuando ya ha sido dominada emocional y espiritualmente. “En mi práctica he visto que la mujer que aguanta ese tipo de trato es posible que lo haya visto en su familia cuando era pequeña; y esto es grave porque sus hijas también quedarán vulnerables a elegir a un compañero abusador. Se harán cargo de la violencia de su padre sin darse cuenta”, dice.

La autoestima de una víctima de violencia doméstica llega a deteriorarse tanto que le cuesta independizarse, dice la experta. “Cuando se dé cuenta de que no es su culpa, y que merece vivir segura y en paz, debe pedir ayuda de inmediato. No debe quedarse ni un minuto más en esa situación”. En cuanto a los maltratadores, según Smith, éstos suelen ser inseguros y buscan ejercer poder y control sobre alguien que consideran más vulnerable. Quizás también hayan aprendido esta conducta de sus propios padres o personas cercanas. Y destaca que la violencia doméstica no respeta nivel educativo ni económico, ni raza ni edad.

“Hijos e hijas a cargo de la mujer abusada son víctimas directas de esa violencia, ya que sufren las consecuencias físicas y emocionales. Tristemente forman su personalidad en un marco de sometimiento de la madre a la conducta violenta del varón, con consecuencias para su interacción social”, puntualiza la socióloga Santos. VN

EN BUSCA DE SANAR

La violencia doméstica lastima a toda la familia y comunidad a cualquier edad.

“Ahora hay investigaciones que muestran que estar expuesto a la violencia desde pequeño -inclusive desde el útero- provoca un cambio en la química del cerebro, afectándonos profundamente”, afirma Shirley Alvarado, gerente de relaciones comunitarias de “Peace over Violence”, una agencia que sirve gratuitamente a víctimas tanto de violencia sexual como doméstica. Entre otros servicios cuenta con la línea telefónica de crisis más antigua de la nación, la cual funciona todo el año, las 24 horas del día.

“El enfoque de nuestro trabajo es conocer que ‘te pasó, cómo te sientes y cómo te podemos ayudar’. Tratamos de darles las herramientas y recursos para sanarse poco a poco, y así poder sanarnos como comunidad. Hemos visto que cuando los sobrevivientes se unen se vuelven más fuertes”.

En el condado de Los Ángeles, “Peace over Violence” también ofrece servicios de emergencia en sitios donde las víctimas van a pedir ayuda. Una vez evaluada la emergencia, dan consejería y apoyo legal por medio de consejeras entrenadas y certificadas por el estado.

Su otra función es educar sobre prevención, y para eso trabajan con el Distrito Escolar de Los Ángeles, y otros.

“En las escuelas enseñamos lo que significa tener relaciones saludables sin violencia”, dice Alvarado, y agrega que son una de las únicas organizaciones de este tipo que capacitan a mujeres con técnicas de defensa personal.

Asimismo abogan por legislaciones que ayudan a sobrevivientes de asalto y violencia doméstica a obtener la justicia que merecen.

“Asistimos a sobrevivientes sin estatus legal a conseguir alivio migratorio a través de la Visa U”, dice Alvarado. Esta visa requiere que la policía u otro tipo de autoridad certifiquen que el solicitante es una víctima.

De acuerdo a la entrevistada, actualmente se percibe miedo e intimidación en la comunidad migrante, y una de las más afectadas son las víctimas de abuso indocumentadas. Pero no hay que tener miedo de reportar la violencia ante las autoridades.

“Aunque vivamos experiencias dolorosas, como seres humanos tenemos el poder de la recuperación, y podemos sanar”, concluyó Alvarado. VN

DÓNDE BUSCAR AYUDA

• National Domestic Violence Hotline: 1(800) 799- SAFE (1-800-799-7233) o en el sitio www.ndvh.org (ayudan a encontrar grupos de apoyo, albergues y proveedores de servicios).

• Los Angeles Hotline (línea gratuita para reportar violencia doméstica): 1(800) 978-3600 y 1 (800) 799-7233.

• Peace over Violence: (213) 626-3393; (626) 793-3385 y (310) 392-8381. (clases de defensa personal; información, consejería individual y en grupo, línea de emergencia, y más).

• Catholic Charities Psychological Services of Pico Rivera: (562) 949-0937 (asistencia de comida, transporte, alojamiento temporal y recursos).

• Casa de la Familia: www.casadelafamilia.org; (213) 413-7777 y (714) 525-8509 (servicios para víctimas de abuso doméstico y sus familias).

• www.womenslaw.org (contiene listas de organizaciones contra violencia doméstica y recursos legales).

• Coalición del Sur de California contra la Violencia Doméstica: 1(800) 339-9597

• East Los Angeles Women’s Center: (323) 526-5819 (programas de salud mental, etc).

• Número de Teléfono: 211 (información de servicios humanos y de salud).

• Ruth’s House: 1 (877) 988-5559 y 1 (909) 623-4364 (asistencia bilingüe disponible las 24 horas/los siete días de la semana; refugio para mujeres maltratadas y sus hijos; información y contactos).

• Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica: www.ncadv.org (información y recursos).

HACIA LA LIBERACIÓN

Según la doctora en psicología Ana Nogales, una víctima de violencia doméstica debería hacer lo siguiente para terminar con el abuso:

• PRUEBAS- Guarde cualquier prueba de abuso físico en un lugar seguro donde su agresor no la encuentre. Por ejemplo fotos (si es con la fecha mejor) que muestren lesiones; ropa desgarrada; objetos que el agresor haya quebrado; documentos de doctores o la policía comprobando el agravio. Asimismo recomienda anotar cómo y cuándo la agredió, amenazó u otros incidentes violentos. Las autoridades podrían necesitar pruebas para poder arrestarlo o emitir una orden de protección para asegurar que usted y sus hijos estén a salvo. También puede acudir a la estación de policía y llenar un informe. No importa su estatus legal; tiene derecho a ser protegida del abuso doméstico.

• DENUNCIA- Reportar a su pareja con las autoridades no pone en peligro a sus hijos. Es todo lo contrario. Cuando hace la denuncia se la percibe como alguien que se protege a sí misma y a sus hijos, y las autoridades no se los quitarán. Pero si no hace la denuncia, no está cumpliendo en protegerlos y la agencia de servicios sociales podría retirarlos del hogar.

• PLAN- Organice un plan realista de escape que pueda cumplir, que incluya adónde ir y qué se llevará (documentos importantes, dinero, etc.). Escóndalos en un sitio donde el agresor no los encuentre y usted pueda tomarlos y salir inmediatamente.

• RECURSOS- Familiarícese con recursos accesibles y averigüe qué pueden ofrecerle, como albergue, etc.

• LESIONES- Si está lastimada vaya al médico o a una sala de emergencia. Dígales lo que ocurrió. Pídales que documenten su visita y lo ocurrido. Obtenga una copia.

• PROTECCIÓN- Obtener una orden legal de restricción es muy importante. Debe tomar medidas para protegerse porque una orden no siempre es suficiente para mantenerla segura. Vaya al sitio www.womenslaw.org (“Know the Laws”) para obtener una guía de cómo conseguirla.

• ALBERGUES- No importa si está documentada o no, usted y sus hijos pueden ir a un albergue y permanecer ya sea temporalmente o por el tiempo necesario.

• EMPLEO- Estaciónese cerca de la entrada del edificio, y hable con los guardias de seguridad, policía o supervisor si teme una agresión en el lugar de empleo. Obtenga una orden de protección que incluya el sitio de trabajo, centros de cuidado infantil o guarderías. Pídale a personal de seguridad que la escolte a su vehículo o transporte público. Considere horas alternas o diferentes sitios de trabajo de la misma empresa. Proporcione una foto de la pareja violenta en oficinas de recepción y/o seguridad.

• ¡AUXILIO!- Que no le dé vergüenza pedir ayuda a amistades y familiares. Cuénteles sobre lo que está pasando en su relación, y que necesitará quedarse con ellos por algún tiempo u otra ayuda. Comuníquese con una organización de violencia doméstica o albergue de mujeres golpeadas donde le informarán de leyes y recursos disponibles. VN

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