LA MASACRE ESTUDIANTIL DE VIRGINIA ALCANZA A LA COMUNIDAD LATINA

Tras confirmarse la muerte de dos jóvenes latinos en la masacre de la Universidad Politécnica de Virginia en la que fallecieron 33 personas, los alumnos hispanos de este centro se han unido para superar la tristeza.

Herberth Blandón, salvadoreño y estudiante de primer año de Administración de Empresas, no escuchó los disparos, pero se sorprendió por la cantidad de automóviles policiales y ambulancias que vio desde su dormitorio.

“Nunca pensé que fuera algo grave, creí que todo era debido a las alertas que teníamos por los fuertes vientos”, explicó a Efe este joven, aún conmocionado por lo ocurrido.

Su clase de inglés debía empezar a las 10 de la mañana, pero alrededor de las 9, Blandón recibió, como los demás estudiantes, un correo electrónico en el que las autoridades universitarias informaban del primer tiroteo.

“Al principio no me asusté porque no sabía de la gravedad de la situación”, dijo.

Lo primero que hizo cuando tuvo conciencia de lo que estaba ocurriendo en el campus fue comunicarse con sus padres en El Salvador.

“La verdad es que me siento muy triste por todas las personas que fallecieron” dijo el estudiante. “Nunca sabemos que nos va a pasar al final”, agregó.

A diferencia de otras opiniones, Blandón cree que las autoridades universitarias manejaron la situación con acierto. O al menos le lograron calmar los nervios.

“Lograron calmar a todo el mundo, yo sé que no es fácil liderar a 26.000 personas y sin embargo yo siento que hicieron un buen trabajo, yo me sentí calmado y seguro gracias a eso”, afirmó.

Luis Rivera, también salvadoreño y estudiante de ingeniería expresó también su tristeza.

“La verdad es que es algo muy horrible, uno ve esas cosas en la televisión pero nunca cree que van ocurrir en el lugar donde uno vive, en la universidad, donde están los amigos, donde yo estoy todos los días”, dijo.

El cónsul del Perú en Washington, Fernando Quiroz, confirmó que un estudiante de esa nacionalidad está entre las víctimas fatales de Cho Seung-Hui, el estudiante surcoreano de 23 años que, según las autoridades, es el presunto asesino de las 32 personas -entre profesores y estudiantes- de la universidad y que luego se suicidó.

“Esa es la información que tenemos”, dijo el funcionario peruano, que llegó a Blacksburg para establecer contacto con la comunidad estudiantil de su país y “apoyar a la familia en todo lo que se pueda”.

El joven peruano era Daniel Pérez Cueva, de 21 años y estudiante de último semestre de Relaciones Internacionales.

Pérez Cueva fue alumno de la Universidad de Miami antes de ingresar a la Tecnológica y esperaba, realizar sus prácticas en Francia.

Daniel murió mientras recibía clases de francés.

“Siento que además de afectar a mi universidad y a Blacksburg, que es un pueblo muy tranquilo y hermoso, esto ha afectado mi herencia mi espíritu hispano y eso es muy doloroso”, dijo el peruano Daniel Aguilera, un estudiante de cuarto año de arquitectura.

Entre las víctimas mortales del tiroteo más grave registrado en la historia de Estados Unidos figura también Juan Ramón Ortiz, un puertorriqueño de 26 años que cursaba una maestría en Ingeniería.

Ortiz estudió previamente en la Universidad Politécnica de Puerto Rico, donde hoy le recordaron por su carácter “desprendido y cooperador”.

Hasta ahora la oficina de estudiantes internacionales de la universidad no ha revelado la lista del total de estudiantes hispanos que forman parte de la institución, pero se calcula que rondan el medio millar. VN

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