EL SALVADOR: IGLESIA CELEBRA ANIVERSARIO DE CANONIZACIÓN DE SAN ÓSCAR ROMERO

EL SALVADOR: IGLESIA CELEBRA ANIVERSARIO DE CANONIZACIÓN DE SAN ÓSCAR ROMERO

zenit –  Este 14 de octubre la Iglesia de El Salvador celebra el 2º aniversario de la canonización de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

Hace dos años el Papa Francisco declaraba santo de la Iglesia Católica a Monseñor Romero, quien fue asesinado el 24 de marzo de 1980, aproximadamente a las 6:25 p.m-, mientras oficiaba la Santa Eucaristía.

En una carta (https://www.facebook.com/S.OscarArnulfoRomero/photos/a.1568335643413835/2738421586405229/) divulgada en las redes sociales y dirigida al clero de la arquidiócesis de San Salvador, el canciller monseñor Rafael Urrutia, pide que durante la celebración se resalte la “vida y pensamiento de nuestro santo”.

VIVENCIAS DEL AÑO JUBILAR MARTIRIAL

Los obispos de la Conferencia Episcopal (https://www.iglesia.org.sv/) salvadoreña declararon este año 2020 como Año Jubilar Martirial (https://es.zenit.org/2020/01/28/el-salvador-los-obispos-declaran-2020-como-ano-jubilar-martirial/ ) , con ocasión del 40 aniversario de su martirio y 43 del martirio de Rutilio Grande y sus compañeros mártires.

Debido a la emergencia sanitaria internacional, la Iglesia no ha podido celebrar una serie de actividades que estaban previstas para recordar los martirios de Monseñor Óscar Romero y otros religiosos que murieron en el marco del conflicto armado.

Sin embargo, las redes sociales han sido instrumento de evangelización para el arzobispado de San Salvador, donde han animado a los fieles a compartir testimonios, fotografías e información sobre cómo celebran el segundo año de la canonización del santo de los pobres.

CUARTA PEREGRINACIÓN DE MONSEÑOR ROMERO

En julio pasado se realizó la cuarta Peregrinación de Monseñor Romero con la Santa Misa de envío. Este año se desarrolla de manera virtual debido a la pandemia que golpea el país.

La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas y concelebrada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez desde la cripta de catedral metropolitana. En su homilía el señor arzobispo invitó a acompañar la peregrinación con un “espíritu de fe, unidos a Dios y a nuestros mártires”.

IGLESIA DE MÁRTIRES

Monseñor José Luis Escobar, arzobispo de San Salvador, en varias intervenciones públicas ante medios de comunicación ha recordado que la Iglesia en El Salvador, y en el resto del mundo, es una Iglesia martirial.

En el caso del país centroamericano, recordó al primer obispo de la diócesis de San Salvador, Jorge Viteri y Ungo, quien murió asesinado. Luego aludió a las víctimas de la reciente guerra civil en la que perdieron la vida 20 sacerdotes, 4 religiosas misioneras y cientos de laicos: catequistas y celebradores de la Palabra.

En este período fueron privados de sus vidas, san Óscar Romero, ejecutado por un francotirador mientras oficiaba Misa en la capilla del Hospital La Divina Providencia, en San Salvador, y monseñor Joaquín Ramos, quien viajaba del aeropuerto a la capital, cuando el vehículo en que se transportaba, fue ametrallado.

También recordó a los futuros beatos, padres Rutilio Grande y fray Cosme Spessotto, quienes murieron violentamente.

ROMERO EN LA MEMORIA Y EN LA HISTORIA DE UN PUEBLO

María López Vigil, historiadora y autora del libro Monseñor Romero, piezas para un retrato, describe a Oscar Romero, en un análisis publicado en la revista jesuita Envío de Nicaragua, como un hombre que vivió “todos los grandes desafíos de aquella etapa: la represión cruel, el cierre de los espacios ciudadanos, la tenaz lucha por los derechos humanos diariamente violados, la organización popular, el terrorismo de Estado, el despertar de la conciencia campesina, el surgimiento de ‘otra’ Iglesia -y con ella de ‘otro’ Dios, el Dios de la justicia que toma partido por los de abajo-, los presos políticos, las torturadas, los desaparecidos, las refugiadas, la resistencia sin tregua, la pobreza y la miseria tocando fondo”.

Asimismo, agrega que “el anhelo de una paz justa y con dignidad. En todo eso estuvo este hombre, también sacerdote y obispo. Es el símbolo de un puñado de años inolvidables, de una época gloriosa vivida en este rincón del planeta. Pasarán los tiempos y él, como icono, representará a la Centroamérica de aquel momento único. Y lo hará cabalmente”. VN

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