DOLORES HUERTA HACE LLAMADO UNIDAD PARA COMBATIR SENTIMIENTO ANTI-INMIGRANTE

La participación activa de la comunidad hispana en la vida pública de Arizona podrá cambiar el sentimiento anti-inmigrante que se vive en este estado, aseguró la activista Dolores Huerta.

“Para nosotros es un reto muy grande lo que está pasando en Arizona, debemos de poner más presión en los políticos para que se den cuenta que no somos unas “víctimas” que vamos a aceptar lo que están haciendo con nosotros”, dijo Huerta en entrevista con Efe, quien el sábado encabezó en Tucson una marcha en honor del fallecido activista mexicoamericano César Chávez.

“Si nosotros nada más nos quejamos y no hacemos nada, todo va a seguir igual y quizás hasta peor”, agregó.

Huerta indicó que lo que pasa en Arizona tiene una “imagen” y una “influencia” muy negativa en todo el país.

“Arizona tiene una larga historia de pasar leyes anti-campesinos, por eso en los años 60 César Chávez organizó una marcha desde la ciudad fronteriza de Yuma hasta Flagstaff para registrar personas para votar, para que la gente pudiera defender sus derechos”, dijo Huerta, madre de 11 hijos.

La activista aseguró que la comunidad inmigrante, incluyendo a los indocumentados, puede ayudar a lograr un cambio, al involucrarse más, tocar puertas, repartir volantes, hacer llamadas y hablar con vecinos y amigos que sí son ciudadanos y pueden votar.

“Si todos nos juntamos, podremos hacer un cambio”, puntualizó la activista.

Para muchas organizaciones y defensores de los derechos de los inmigrantes, Arizona se ha convertido en un “laboratorio” donde se ponen a prueba leyes que buscan frenar la inmigración ilegal.

En la última década, Arizona ha aprobado una serie de leyes a nivel local que han terminado con los programas de educación bilingüe y han negado el acceso a programas de asistencia pública a los inmigrantes indocumentados.

El año pasado entró en vigor una ley que obliga a los estudiantes indocumentados a pagar matrículas como estudiantes extranjeros en universidades y colegios comunitarios, así como otra ley estatal que niega la posibilidad de salir bajo fianza a cualquier inmigrante indocumentado que sea acusado de un delito grave.

Asimismo, el pasado 1 de enero entró en vigor la ley de sanciones de empleadores, que obliga a los dueños de negocios a verificar el estatus migratorio de sus empleados.

“En mi opinión la gobernadora de Arizona debería de hacer mucho más para terminar con el sentimiento anti-inmigrante que se vive en este estado”, aseguró Huerta, quien en 1962 junto a César Chávez fundó lo que hoy se conoce como el Sindicato de Trabajadores Agrícolas Unidos (UFW).

La activista dijo que sigue muy de cerca la propuesta que actualmente se debate en el Legislativo estatal de Arizona para establecer un programa de trabajador huésped.

“Quieren traer gente contratada, pero no quieren que la gente obtenga la residencia, que no se hagan ciudadanos, que no tengan derecho al voto”, dijo Huerta.

“Quieren el trabajo, pero no quieren que la gente sea parte de nuestra comunidad”, agregó.

La propuesta, que será debatida esta semana en la legislatura, busca aliviar la crisis que se vive en los campos agrícolas de Yuma por la falta de mano de obra.

Organizaciones locales han atribuido el éxodo de campesinos hacia otros estados a la aprobación de leyes locales que buscan hacer la vida más difícil a todos aquellos que han cruzado la frontera de manera ilegal, así como a una mayor presencia de agentes de la Patrulla Fronteriza y el establecimiento de retenes cerca de los campos agrícolas.

Huerta también criticó los operativos de vigilancia que realiza el alguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio, en las calles de Phoenix y sus alrededores, los cuales han culminado con el arresto de más de 50 inmigrantes indocumentados durante el pasado mes de marzo y lo que va de abril.

“Este hombre (Arpaio) solamente está motivado por su afán de obtener fama”, finalizó la activista.VN

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