CONGRESISTAS ALERTAN SOBRE LA SITUACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD EN LA FRONTERA

Un grupo de congresistas dio hoy la voz de alarma ante la precaria situación que viven los servicios de salud en la frontera entre EEUU y México, en una conferencia de expertos que analizó el problema en Washington.

Según los congresistas, la región fronteriza, que alberga a unos 12 millones de habitantes, es frecuentemente omitida por los legisladores en Washington y Ciudad de México, y es vista tan sólo como un foco de inmigración ilegal.

Para mejorar la situación médica en la frontera, la senadora republicana por Texas Kay Bailey Hutchison pidió la aprobación de la ley de seguridad sanitaria que actualmente se debate en un comité del Senado.

La propuesta prevé el establecimiento de programas de subvenciones para mejorar la salud de los residentes en el área y la preparación contra amenazas de bioterrorismo que provengan de la frontera.

Hutchison pidió a las autoridades la habilitación de un fondo de 250 millones de dólares que sirva para financiar el tratamiento de emergencia de los inmigrantes que no puedan pagar esos servicios.

De esa cantidad, 167 millones iría a los cuatro estados fronterizos con México, que son California, Arizona, Nuevo México y Texas.

“El área de investigación es clave para que sepamos por qué hay más incidencia de cierto tipo de enfermedades alrededor de la frontera que en otros sitios. Si podemos resolver estos asuntos, tendrá enormes consecuencias sobre todo el país”, aseguró Hutchison.

Entre las enfermedades con una especial prevalencia, la senadora citó la diabetes, la hepatitis C, la tuberculosis y el cáncer de útero.

El organizador de la conferencia, el congresista demócrata de El Paso Silvestre Reyes, resaltó los muchos retos a los que se enfrentan los habitantes de este área, aunque recordó que la zona “también tienen mucho que ofrecer”.

Un informe reciente de la oficina de Reyes revela que si la frontera fuera un estado más, ocuparía el segundo lugar en casos de tuberculosis y el tercero en muertes por hepatitis.

Asimismo, el “estado fronterizo”, según el estudio, ocuparía el último lugar en el número de profesionales médicos que atienden en la franja y el penúltimo en cobertura de seguro médico.

El también demócrata tejano en la Cámara de Representantes Lloyd Doggett indicó que “por primer vez en muchos años, el presidente de EEUU ha propuesto reducciones de los fondos para asistencia sanitaria”.

“Necesitamos cambios fundamentales en nuestro sistema sanitario. Y lo primero es reconocer que las comunidades locales no deberían pagar los costes de los inmigrantes que cruzan la frontera, sino el Gobierno federal”, dijo Doggett.

Además, para enfatizar el desinterés generalizado, recordó que ésta iba a ser la semana de la atención sanitaria en la Cámara de Representantes, aunque finalmente se pospuso, “habrá que ver hasta cuándo”.

Por su parte, el legislador Solomon Ortiz (demócrata, Texas) denunció que entre los políticos se habla mucho de seguridad al referirse a la frontera, pero muy poco de seguridad sanitaria.

“Los gérmenes cruzan la frontera sin prejuicios”, ironizó el legislador.

Antes de las intervenciones de los expertos, Bob Filner, congresista demócrata por California, alertó sobre la crítica situación que se vive en la frontera entre su estado y México, que está provocando el cierre masivo de hospitales y centros de salud por falta de fondos.

Filner reclamó que el Gobierno, junto con los gobernadores, alcaldes y otras autoridades, se haga responsable de la dramática situación.

Esta conferencia llega un día después de que la asociación de médicos de la frontera advirtiese de que los especialista podrían buscar otras plazas laborales si el Gobierno no mejora las remuneraciones por concepto de Medicare o Medicaid.

Según esta asociación, de seguir las condiciones actuales la fuga de personal médico se agudizará y en 10 años habrá una seria crisis de salud en la región. VN

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