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CÉSAR CHÁVEZ, “UN PROFETA PARA SU PUEBLO”

Uno de los consejos más importantes que me enseñó mi abuelo fue, “¡Monta tu propio caballo!”

Al celebrar y honrar su memoria en el 14 aniversario de su fallecimiento, me siento muy confiada de estar siguiendo sus otros pasos, los que manifiestan sus enseñanzas en el desarrollo económico del trabajador y que definen su papel en establecer un plan de economía para latinos y otros grupos de trabajadores inmigrantes.

Algunos pueden cuestionar mi interpretación de su trabajo y lenguaje, pero yo sé y digo que él hizo un voto absoluto de pobreza para él y su familia; él no dijo ni una sola vez que él pensaba, quería o aconsejaba a los trabajadores o a otras familias trabajadoras que permanecieran pobres y sin poder toda su vida. El regalo de cualquier abuelo es mantener y atesorar valores.

Más que nada yo quisiera que mi Tata César pudiera estar aquí hoy para guiar y discutir los derechos de los inmigrantes, el desarrollo económico y muchos problemas de nuestro tiempo. A pesar de que eso no es posible, ahora me he dado cuenta de que él nos enseñó qué hacer en muchas situaciones. Es verdad que él fue un líder laboral único. Todo está documentado en la historia y su trabajo hoy lo llevan adelante otros miembros de la familia que trabajan en su movimiento de los trabajadores campesinos.

Mi propia familia se ha movido y ahora trabaja en ciudades urbanas y rurales de California. Nosotros hemos estado trabajando para usar nuestra experiencia, habilidades y talentos en áreas como la economía, la tierra, la propiedad de vivienda, y lo que los inmigrantes necesitarán hacer en el futuro para sobrevivir y triunfar en la economía de los Estados Unidos. No es muy conocido que mi abuelo César Chávez hizo mucho trabajo y estudio en esas y otras áreas, para aprender y enseñar lo que los trabajadores campesinos y otros trabajadores inmigrantes necesitan saber, y especialmente para el bienestar de su futuro y de sus familias.

La compañía que mi hermano y yo comenzamos hace siete años con nuestro padre, fue fundada sobre principios que incluyen tomar lo que sabemos y aprendimos de nuestro abuelo, y convertirlo en un capital real, social, económico y político, donde nuestra gente pueda llegar al mismo nivel económico del mundo de las corporaciones en este país y pueda estar más cerca de realizar su propio “sueño americano”.

El propósito de mi abuelo fue siempre juntar el movimiento de los derechos civiles con la prosperidad económica y mirando siempre cómo llegar a eso. Siempre recuerdo esta relación por la historia de sus reuniones con el famoso genio del sistema de Administración de Empresas, Peter Drucker, quien era conocido en todo el mundo como el fundador de la modernización de empresas.

En una conversación en 1981 entre él y mi abuelo, Drucker predijo la naturaleza explosiva del problema de inmigración, cuando dijo: “En los próximos 40 a 45 años, la inmigración se va a convertir en un gran problema en este país, y usted, César, va a necesitar ser la voz y la inspiración para todos esos inmigrantes”.

Ninguno de ellos sabía que mi Tata no vería lo más volátil de esos años, pero las palabras y su sentido son más significativas hoy que cuando Drucker las dijo hace 26 años. Esto me hace sentir muy orgullosa al escuchar su nombre y el “Sí se puede” en todo el país.

A diferencia de algunos activistas de los derechos humanos y civiles, mi abuelo no perdió tiempo odiando o quejándose de otros o de los que tenían dinero y poder. Él era muy disciplinado y mantenía su atención en lo que era bueno e importante para su gente. Mientras dirigía un movimiento nacional, y a veces internacional, para ganar respeto, dignidad, mejores salarios y condiciones de trabajo para los trabajadores, todavía encontraba tiempo para leer sobre las economías del mundo, manteniendo siempre una visión muy práctica sobre lo que él creía.

Mi padre me contó sobre un grupo de diplomáticos internacionales que estaba visitando los Estados Unidos, y a través del Departamento de Estado organizaron una reunión para 40 de ellos en su oficina central en La Paz, (Keene), California. En un momento de la discusión, uno de los visitantes le preguntó: “Así que, señor Chávez, ¿cómo definiría usted sus creencias económicas y políticas?”. Él respondió: “Católico radical”.

Verdaderamente él fue un líder de los trabajadores estadounidenses y defensor de los derechos civiles. Siempre fue difícil catalogarlo. Algunos pensaban que sus creencias económicas y políticas iban muy lejos hacia la izquierda, mientras que otros pensaban que iban muy lejos hacia la derecha.

Lo que permanecía consistente era su enorme curiosidad y su búsqueda de la verdad en la vida, el trabajo, la política y, especialmente, la economía. Él nos inculcó el valor y la importancia de leer y aprender. Su biógrafo, Jacques Levy, dijo una vez que para él la indicación más grande de la brillantez de mi Tata, era su “curiosidad”. Su curiosidad para aprender y leer. Él podía ir a cualquier lugar y estar en cualquier situación, y aprender observando, escuchando para saber y encontrar soluciones para desafíos educativos, cívicos, así como económicos y sociales.

Él aprendió y estudió muchos puntos de vista y resultados económicos. Esta es parte de la razón por la que él invirtió mucho tiempo y energía trabajando para construir “economías a escala” para trabajadores campesinos y otros trabajadores pobres en los Estados Unidos. Él siempre estaba buscando ángulos y maneras de ayudar a la gente a progresar económicamente.

Su mensaje para varias generaciones de trabajadores campesinos, antiguos trabajadores, sus familias, y el legado de los trabajadores en general, es estar orgulloso de quién eres; permanecer de pie por ti mismo; saber que tú tienes una voz. Pero la diferencia más importante que puedes hacer para tu comunidad y tu familia, es a través de la economía, de invertir en tu comunidad.

La razón por la que mi Tata fundó y produjo servicios para los campesinos tales como una unión de crédito, un plan de pensiones, seguros médicos, servicios legales pre-pagados, guarderías, kinders, programas de entrenamiento para diferentes habilidades, comunidades de retiro, escuelas de lenguaje y negociaciones, escuelas, viviendas a precios accesibles y una cadena de radiodifusoras de servicio público, era para establecer modelos de proyectos de desarrollo económico, para que los miembros de las comunidades aprendan, prosperen y posteriormente sirvan a su comunidad.

Esta es una de las lecciones más grandes de mi vida a partir de su trabajo y su vida. En mi propia vida he conocido y he visto cientos de cientos de latinos exitosos, que dan crédito a mi abuelo César Chávez, por haberlos inspirado a ir a la universidad y graduarse como profesionales en todas las áreas posibles. Mucha de la riqueza que han edificado, la acreditan a mi Tata y a su poderoso espíritu y su búsqueda de la verdad.

Hoy, todos debemos hacer un mejor trabajo para ayudar a la gente a convertirse en defensores de ellos mismos. Para muchos de nosotros, una de las mejores maneras para que esto suceda, es el negocio del desarrollo de la propiedad y las hipotecas, para garantizar que cada familia aumente el poder y las habilidades para “Montar su propio caballo”. Esto simplemente significa que el caballo del futuro es comprar su propia casa.

Ser propietario de una casa es la manera más rápida para las familias inmigrantes de convertirse en sus propios defensores. Poseer una casa proporciona múltiples oportunidades positivas y es uno de los mejores seguros para edificar buenas familias, logros educativos y vida sin pandillas ni crimen. A pesar de su dedicación, lo que es una gran ironía es que, mientras mi abuelo urgía hacerse propietario y construir viviendas de precio accesible, él nunca tuvo una casa propia.

Durante el funeral de mi Tata César, el Cardenal Mahony lo llamó en su homilía “un profeta para su pueblo”. Yo quisiera añadir que mi Tata también quería que su gente obtuviera ganancias y éxito en sus vidas logrando sus ambiciones personales y encontrando maneras para hacer oír su voz, solucionando los problemas económicos y políticos de nuestro tiempo,

Yo espero honrar el legado de mi abuelo, manteniéndolo vivo en las acciones de cada día y no sólo en palabras. Él estaba a favor de la prosperidad económica, pero en contra de la explotación. Estaba a favor de la representación política honesta, pero en contra de la demagogia y la celebridad política. Estaba a favor de mejores escuelas y la educación familiar. Él creía que cada uno vale y valoraba a cada uno. Este es el por qué hoy mi familia cree y trabaja para establecer una agenda y nuevas estrategias, para que los latinos tengan éxito y sean parte de la vida buena en los Estados Unidos.

Tata César, gracias por mostrarme la importancia de montar mi propio caballo en la vida y de poseer mi propia casa para toda la vida.

¡Viva César Chávez! VN

Bárbara Chávez Ybarra es una Socia Administrativa de Ybarra Company, Compañía en California de Asuntos Públicos Latinos, con sede en San Diego.

Website: ybarracompany.com

619 280-9266 ext. 227

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