CANDIDATOS NO SE PONEN DE ACUERDO SOBRE SU POLÍTICA HACIA CUBA

Los principales candidatos a la presidencia de EEUU discrepan en aspectos de su política hacia Cuba, aunque sí se muestran todos de acuerdo en la necesidad de favorecer la transición hacia la democracia.

El anuncio por sorpresa el martes del presidente cubano, Fidel Castro, de que renunciará al poder ha vuelto a poner sobre la mesa la política hacia la isla de los distintos candidatos, que se han pronunciado en diversos foros acerca de su visión sobre el futuro de Cuba.

El último en hacerlo ha sido hoy mismo el senador por Arizona y pre-candidato republicano a la presidencia de EEUU, John McCain, quien en un mitin en Indianapolis expresó su esperanza de que el presidente cubano, Fidel Castro, muera pronto.

McCain, quien siempre se ha vanagloriado de no tener pelos en la lengua, se refirió al líder cubano para afirmar que “espero que tenga la oportunidad de reunirse muy pronto con Karl Marx”, el “padre” del comunismo, muerto en 1883.

Tras la renuncia de Castro, de 81 años, la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) de Cuba elegió este domingo a un nuevo presidente del país por primera vez en casi 50 años.

Su hermano Raúl se había hecho cargo del poder de manera provisional desde 2006, cuando el presidente se sometió a una operación intestinal de urgencia.

Según McCain, el favorito para hacerse con la candidatura republicana a la presidencia, “Raúl es peor en muchos aspectos de lo que ha sido Fidel”.

El senador afirmó que si alcanza la presidencia evitará conceder ayuda a Cuba en tanto que no se produzca una verdadera transición democrática en la isla caribeña.

El senador por Arizona, que se encuentra a mucha distancia de su rival republicano, Mike Huckabee, mantiene una política hacia Cuba muy similar a la de la Casa Blanca y favorece continuar las sanciones y el embargo económico hasta que no se produzca una auténtica transición hacia la democracia.

Los aspirantes demócratas a la presidencia, Barack Obama y Hillary Clinton, también repasaron su política hacia Cuba en un debate en Texas, en el que se les preguntó si estarían dispuestos a reunirse con Raúl Castro.

Clinton señaló que no se reuniría con Raúl Castro, el probable sucesor de su hermano Fidel, si no se aplican reformas democráticas en Cuba.

“No se debería plantear una visita presidencial sin pruebas que demuestren un progreso en interés nuestro y en interés del pueblo cubano”, señaló la senadora por Nueva York.

En ese progreso, la senadora mencionó la concreción de libertades políticas, la libertad de prensa y la apertura de la economía cubana.

Por otra parte, Obama indicó que sería partidario de un encuentro con Raúl sin condiciones previas.

“Aunque la senadora Clinton tiene razón en cuanto a que debe haber una preparación previa, también es importante que haya una agenda y en esa agenda estén los derechos humanos y la liberación de presos políticos”, señaló el senador de Illinois.

“Para Estados Unidos no sólo es importante hablar con sus amigos, sino también con sus enemigos”, agregó, en respuesta a lo que fue la primera pregunta del debate.

Obama aventaja a Clinton en delegados a la convención demócrata que finalmente designará el candidato presidencial del partido en agosto. VN

Según los últimos cómputos, Obama cuenta con el voto de 1.168 delegados contra 1.018 para Clinton. Ambos se enfrentan a una jornada decisiva en las primarias del 4 de marzo, cuando está en juego el voto de unos 370 delegados en Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont.

McCain tiene ante sí una trayectoria mucho más despejada, por cuanto ha logrado ya 945 de los 1.191 delegados necesarios para garantizarse la candidatura de su partido para la presidencia.

Su rival republicano en la carrera, el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, cuenta tan sólo con 245 delegados.

Tras el anuncio de la renuncia de Castro, el Gobierno de EEUU ha asegurado que no se plantea por el momento levantar el embargo económico que impone contra la isla desde hace casi cincuenta años. VN

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