CAMPESINOS VIVEN A LA INTEMPERIE LUEGO DE AMENAZA DE MINUTEMAN

Decenas de campesinos hispanos duermen a la intemperie en el área de Rancho Peñasquitos, al sur de California, luego que el grupo antiinmigrante Minuteman amenazara con acampar donde los trabajadores vivían.

Las chozas, levantadas en laderas del cañón con pedazos de láminas, maderas y plástico fueron abandonadas la semana pasada después que miembros de la milicia civil anunciaran que acamparían allí.

“Estamos tratando de que algo que fue mal, ahora salga bien”, indicó Enrique Morones, coordinador del grupo no lucrativo Los Angeles de la Frontera, que ayuda a los inmigrantes en el sur de California.

“Estamos aprovechando para pedir a las autoridades y con la colaboración de la Iglesia católica y de creyentes de todas las religiones, y a los no creyentes también, que nos ayuden a conseguir una casa digna para estas personas, estos seres humanos”, indicó Morones.

Los campesinos han vivido en las humildes casas desde hace ya casi 20 años, a sólo pasos de sus lugares de trabajo.

Morones dijo que un reportaje periodístico mostró a los trabajadores como delincuentes y dio su ubicación exacta.

“Fuimos a Los Angeles a protestar a las afueras de ese canal y por el racismo de ese reportaje”, indicó el activista.

El fin de semana pasado, los Minuteman de California invitaron -a través de programas de radio- a “ir a acampar con los ilegales”.

La policía colocó un retén para impedir la entrada, ya que se trata de una propiedad privada e informaron que los trabajadores agrícolas habían sido evacuados.

Los trabajadores ya no están en sus casas, pero han tenido que regresar y vivir a la intemperie.

Grupos como la Fundación para la Asistencia Legal de California y los Angeles de la Frontera les han conseguido alimentos y cobijo. En tanto, otras organizaciones se han movilizado para que los trabajadores puedan tener acceso a una vivienda digna, a bajo costo.

“Ojalá lo consigamos. Son buenas personas, católicas casi todas, que ganan como 50 dólares al día y le mandan a sus familiares, casi no tienen nada para pagar donde vivir”, indicó Morones. VN

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