ACTIVISTAS DE LOS ÁNGELES EVALÚAN EL DÍA NACIONAL DE ACCIÓN

Varios líderes de distintas organizaciones que participaron en el Día de Acción Nacional en Los Ángeles, convocado por la unión de coaliciones “Todos somos Elvira y Saulito”, expresaron hoy su visión del momento que atraviesa la lucha de los indocumentados por obtener una legalización.

“Aunque los números no fueron los esperados, tampoco estábamos previendo una gran participación”, declaró Ángela Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de Los Ángeles (CHIRLA, en inglés).

“En realidad no tuvimos mucho tiempo para anunciar la movilización, pero lo importante es que el mensaje sigue vigente”, agregó.

Según el padre Luis Ángel Nieto, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia en Wilmington, donde se celebraron tres misas por las familias inmigrantes que enfrentan la deportación, la participación de la comunidad “fue notable”.

El sacerdote informó que las misas tuvieron una alta asistencia y se cumplió el objetivo que era “reflexionar y orar”. Además, aseguró que no importan tanto los números como el mantener a la comunidad pendiente de que se sigue luchando para lograr un cambio.

Quizás lo que menos se vivió entre la comunidad, fue el boicot económico que la unión de coaliciones había decretado para que los inmigrantes se abstuvieran de comprar en ese día.

“No sabía”, fue la respuesta simple de varias personas entrevistadas al azar en calles de los Ángeles.

“Yo ayer hice lo que siempre hago”, expresó Angelina Ochoa, una empleada de un Centro de Belleza en Montebello. “Hasta hice mercado”, explicó y dijo que no supo que por ser inmigrante debía evitar gastar dinero ese día, aunque anotó que “sí se vio menos clientela en el salón”.

“No se pudo realizar una campaña a fondo con el apoyo de los medios”, explicó Raúl Giraldo, de la organización Latinos Unidos que orienta a inmigrantes recién llegados al país.

“Pero lo más importante es que se mantuvo vivo el mensaje y que los políticos en Washington recordaron que tienen una responsabilidad que no han cumplido” agregó el activista.

“Lo importante es mantener la lucha y que se sepa que ahora estamos más unidos”, declaró Alberto Gómez, miembro de la Federación de Trabajadores de Los Ángeles, al comentar la poca asistencia de los manifestantes a la procesión y vigilia realizada en el Parque MacArthur.

Sostuvo que no era fácil, por ser un día entre semana, mover a la gente.

A la manifestación, según anunció la policía de Los Ángeles, asistieron cerca de 300 personas aunque algunos organizadores contaron 600. La gente marchó por las aceras, con fuerte vigilancia policial, pues no se dio autorización para ocupar las calles.

En medio de la marcha surgió una disputa entre dos participantes, que terminó con uno de ellos arrestado por la policía.

El hecho no pasó de ser una “disputa particular” según expresó un oficial.

Posiblemente el mejor resumen de la visión actual de los activistas lo expresó Salas.

“Que la reforma haya muerto en el Senado no quiere decir que haya muerto entre el pueblo. Se necesita solamente un pequeño grupo para continuar la pelea. Por mucho tiempo fuimos pocos para llegar a millones”, aseguró la activista. VN

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