A CELEBRAR LA BENDICIÓN DE TENER TRABAJO

A CELEBRAR LA BENDICIÓN DE TENER TRABAJO

Por PAULINA HERRERA

A diferencia del resto del mundo, en Estados Unidos se festeja el Día del Trabajo cada primer lunes de septiembre; este año corresponde al día 4. Como día festivo tiene su origen en un desfile celebrado el 5 de septiembre de 1882 en Nueva York, organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor) e instituido oficialmente por el Presidente Grover Cleveland.

Los trabajadores también tienen su santo: San José Obrero, en cuyo honor, el Papa San Pío XII instituyó en 1955 una memoria litúrgica en el contexto del Día del Trabajo, que se celebra en todo el mundo el 1 de mayo.

Siendo así, la comunidad migrante de origen hispano tiene dos diferentes fechas para celebrar la bendición del trabajo. Ya sea en México, Guatemala o Costa Rica, migrantes comparten con VIDA NUEVA sus motivos para celebrar este 4 de septiembre en la tierra que no los vio nacer, pero si crecer gracias al esfuerzo de su mano de obra.

Como millones de trabajadores en la Unión Americana, nuestros entrevistados, aun con diferente origen, oficios y edades, afirman que la mejor manera de celebrar el Día del Trabajo es: ¡trabajando!

ANTONIO HERNÁNDEZ, CONSTRUYENDO UNA GRAN NACIÓN

Este padre de familia se levanta todos los días a las 5 de la mañana. Prepara su herramienta, y teléfono en mano va llamando a sus compañeros mientras se asegura que su camioneta tenga gasolina para un largo viaje. Es sábado y aun así Antonio Hernández de 29 años de edad, está frente a una jornada de ocho horas bajo el sol.

“Empecé a trabajar a los 10 años. Mi papá me enseñó y luego yo solito fui aprendiendo todo lo que ahora sé”, afirma este trabajador de la construcción, oriundo de Guatemala, que emigró a California hace ocho años. “Se construir una casa, un edificio, una iglesia o una escuela desde la cimentación hasta el techo”, explica Antonio que antes de cumplir los 30, ya presume de 19 años de experiencia trabajando en la construcción.

“Voy a celebrar trabajando”, asegura este joven migrante que mantiene a su esposa y tres hijos. “Ni puedo pensar que haría si tuviera un día libre…Para mi trabajar es mi vida”, explica afirmando que su sueño es construir con sus manos la casa de sus sueños para la cual “tengo muchas ideas…de todo lo que he visto aquí y allá; me imagino mi casa con un jardín grande en donde algún día sí tendré tiempo para hacer una fiesta del Día del Trabajo”.

KATIA RAMÍREZ- BLANKLEY: AMA DE CASA Y TRABAJADORA INDEPENDIENTE

Mandar a sus hijos a la escuela por la mañana; recoger a sus nietos por la tarde; robarle horas al sueño para sus traducciones, y dedicar parte de la tarde a su negocio de joyería de Premier Designs Jewelry, es la apretada agenda de Katia Ramírez -Blankley, quien además, los fines de semana se da tiempo para trabajos voluntarios con el grupo de oración al que pertenece en Simi Valley, su hogar desde hace varias décadas.

Originaria de Cosa Rica, Katia es una ejemplar mujer de trabajo que aun cuando no tiene que marcar tarjeta o abrir las puertas de una oficina, tiene la capacidad de sostenerse como empleada independiente y aportar una estabilidad a la economía del hogar. Casada y madre de tres hijos, esta costarricense afirma que desde siempre reconoce la importancia del trabajo.

“Yo soy católica y desde toda la vida siento al trabajo como una bendición. Así como la salud y la armonía en mi hogar, tener un empleo aun cuando sea independiente, es digno de agradecerle a Dios”, explica.

“¿Celebrar? Claro que sí. Los que tienen un empleo estable deben agradecer por contar con un día feriado para celebrar con la familia. Los que no tienen un empleo, éste es un momento para reflexionar y reinventarse, para buscar nuevas oportunidades y para quienes como yo, tenemos un trabajo independiente que a veces falta pero nunca sobra, esta celebración nos inspira a ser creativos y mantenernos en la mente de nuestros clientes”, aconseja Katia.

JOSÉ ÁNGEL BARAJAS, EL TRABAJO DIGNIFICA

Defensor de trabajadores como oficio y líder comunitario de corazón, José Ángel Barajas Patrón celebra cada Día del Trabajo como uno de las fechas más significativas de su calendario.

“El trabajo dignifica y eso se tiene que celebrar todos los días”, afirma Barajas, originario de Mazatlán, Sinaloa (México).

Esta fecha en particular en la oficina de defensoría laboral se recuerda como el día para rendir homenaje a millones de inmigrantes de todo el mundo que han hecho de este país la potencia mundial que es ahora.

“Es imposible tapar el sol con un dedo. Los migrantes somos la fuerza motora de Estados Unidos, y contra eso no hay discurso político que lo afecte”, asegura el líder comunitario. VN

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